El público de la Berlinale premia a «También la lluvia»

úrsula moreno BERLÍN / CORRESPONSAL

CULTURA

El Oso de Oro fue para el iraní Asghar Farhadi

20 feb 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

También la lluvia, la película de Iciar Bollaín, ganadora de tres Goya, era una de las grandes favoritas en la sección Panorama de la Berlinale. Y no defraudó a la audiencia internacional, que concedió a la cinta que protagoniza Luís Tosar y coproduce la coruñesa Vaca Films el premio del público. La película, de claro corte anticolonialista, con la guerra por el agua que se desató en Cochabamba en el 2000 como telón de fondo, fue votada por más de 23.000 espectadores entre un total de 53 películas.

En la sección oficial, los expertos de esta 61.ª edición de la Berlinale se decantaron por el cine iraní. La gran favorita en competencia era Nader y Simin, una separación, de Asghar Farhadi, y por una vez la aclamada por la crítica fue también la elegida por el jurado presidido por Isabella Rossellini. No solo se llevó el Oso de Oro a la mejor película, sino también el Oso de Plata a mejor interpretación masculina y femenina. Esta cinta, que cuenta los conflictos de dos parejas de distinta procedencia social en Teherán, cautivó por su sobrio rodaje (cámara al hombro, estilo documental) y su exquisito y creíble guión.

Los premios a Farhadi (Oso de Plata ya en el 2009 a mejor dirección en A propósito de Elly) son un mensaje de solidaridad para Jafar Panahi, su compatriota invitado como miembro del jurado a esta Berlinale, retenido bajo arresto domiciliario en Irán. «Quiero recordar a la gente de mi país, un pueblo paciente, y a mi colega Jafar Panahi, para que pueda estar aquí el año próximo», dijo Farhadi al recoger anoche el máximo trofeo.

Noche política, noche de cine iraní en una Berlinale exigua de cineastas consagrados y sobrada de jóvenes desconocidos, que pone en entredicho la labor de su director, Dieter Kosslick.

El excelente estado de salud del cine latinoamericano quedó patente un año más. El premio, una de las dos hispanas que competían por el Oso de Oro, no se fue de vacío. Con el Oso de Plata a la mejor cinematografía y puesta en escena, la ópera prima como directora de la guionista Paula Markovitch, afincada en México, narra las consecuencias que la represión dictatorial tiene sobre una madre y su hija. De claro corte autobiográfico, la excelente interpretación de madre e hija merecía también un galardón.

Medianeras, el primer largo del argentino Gustavo Taretto, que protagoniza Pilar López de Ayala, fue la segunda película más votada por el público de este festival. Está visto que el cine no conoce fronteras, y menos entre España y Latinomérica. Medianeras es una comedia de amor imposible entre dos jóvenes que viven en la misma manzana de Buenos Aires, pero no se encuentran? hasta que se topan en el mundo virtual.

Otro filme argentino, Ausente, de Marco Berger, se alzó con el Premio Teddy a la mejor película de temática gay.

Precisamente, lo que diferencia la Berlinale de otros festivales es que abre sus puertas al público. Este año hubo un nuevo récord en venta de entradas, más de 300.000 en diez días.