Problemas para que las academias aprueben mañana la nueva ortografía

F. Ríos REDACCIÓN/LA VOZ.

CULTURA

Rodríguez Adrados: «Todo hace esperar que la reforma, tal como nos la traían, no saldrá adelante»

27 nov 2010 . Actualizado a las 14:21 h.

Mañana, 28 de noviembre, se reunirá en la ciudad mexicana de Guadalajara el plenario de las 22 academias de la lengua española. La previsión de la Real Academia Española (RAE) era que, tras el debate final, se aprobase definitivamente la nueva edición de la Ortografía de la lengua española, cuya publicación se ha anunciado para finales de diciembre.

Lo que parecía un mero trámite, la aprobación final por los presidentes de las academias, puede convertirse en un debate de más calado. El consenso exhibido hasta ahora sobre algunas obras firmadas por todas las academias puede quebrarse. Varios de sus miembros se han mostrado públicamente críticos con algunos de los cambios anunciados.

Francisco Rodríguez Adrados, académico de la Española y de la Historia, publicó el miércoles en Abc un artículo en el que daba a entender que la proyectada reforma no prosperará. «El pleno de la Academia [Española] ha tomado nota -escribió-, ha debatido la propuesta e innecesaria reforma ortográfica, que iba, parece, adelante. Yo no puedo dar detalles sobre cosas internas, no lo creo correcto, pero todo hace esperar que la reforma, tal como nos la traían, no saldrá adelante. Aunque todo depende de la reunión de Méjico». Dice en otro momento el veterano helenista que lo correcto es el debate plenario que ha habido en la RAE -que no había trascendido- «y no ese moderno sistema de comisiones, propuestas, viajes, debates, 'no se preocupe, solo es un proyecto', y al final el hachazo. No: la Academia ha intervenido, quizá tarde, pero espero que a tiempo».

Anuncios anticipados

Otro gran crítico con la reforma y la manera de llevarla a cabo ha sido el presidente de la Academia Argentina de Letras, Pedro Luis Barcia. En unas declaraciones hechas hace días en Buenos Aires se quejó de que se anunciasen cambios en la ortografía antes de ser aprobados definitivamente.

Aunque quitó importancia y carácter novedoso a algunos de los puntos que se habían difundido, subrayó que lo que más revuelo ha causado en su país y en algunos otros es la sustitución de los nombres ve corta y be larga por uve y be para la v y la b, respectivamente. «Esta es una propuesta que hace España, envalentonada porque a su designación habitual, que es típica en la Península, se le sumaron México, Cuba y Chile. Pero el resto de América nunca dijimos así y no lo vamos a decir». Suena a abierto desafío, pero puede ser la mera constatación de una evidencia. Las letras se llamarán en América como las nombren los americanos, igual que en España nunca cuajó ye por i griega, y probablemente no llegue a arraigar.

Tras los anuncios de cambios, Pedro Luis Barcia envió al director de la Academia Española una carta en la que anunciaba que no iban a adoptar novedades como las relativas a los nombres de letras y donde manifestaba que no entendía que se diese por definitivo algo que ni siquiera se había votado. En la respuesta del máximo responsable de la RAE se añadían a sus razones «una mala interpretación del periodismo».

En sus declaraciones, el presidente de la Academia Argentina convirtió el nombre del director de la Española, Víctor García de la Concha, en Víctor García del Molusco Bivalvo. No está claro si ello debe interpretarse como una ofensa o como un rasgo de delicadeza, pues concha es en Argentina, Chile, Perú y Uruguay una forma vulgar y malsonante de designar la parte externa del aparato genital femenino. Personas conocedoras de ambos personajes consideran que en aquel contexto hubiese llegado con Víctor García o con el director de la Academia Española .

Voces críticas

A las voces críticas con la reforma en América se han sumado numerosos literatos, como el poeta mexicano José Emilio Pacheco, premio Cervantes en el 2009, y el colombiano Fernando Vallejo.

Puestas así las cosas, atención a Guadalajara, donde podría haber algunas ausencias por baja médica.