Warhol y Rothko protagonizan una subasta en Nueva York con precios millonarios

EFE

CULTURA

El padre del Pop Art y Mark Rothko protagonizaron hoy la subasta de arte contemporáneo de Sotheby's en Nueva York al conseguir precios millonarios por sus obras.

10 nov 2010 . Actualizado a las 10:40 h.

Andy Warhol, padre del Pop Art, y Mark Rothko, miembro del expresionismo abstracto estadounidense, protagonizaron hoy la subasta de arte contemporáneo de Sotheby's en Nueva York al conseguir precios millonarios por sus obras.

Después que la noche del lunes la casa Phillips de Pury & Company diera el pistoletazo de salida a una semana dedicada a la venta de arte contemporáneo, hoy ha sido Sotheby's quien ha sacado al mercado pesos pesados de la pintura del siglo XX como Andy Warhol, Mark Rothko y Roy Lichtenstein.

Warhol brilló con su icónica obra «Coca-Cola 4» (1961-1962) que se convirtió en la pieza más cara de la subasta al ser adjudicada por 31,5 millones de dólares (22 millones de euros) hasta superar el precio estimado entre 20 y 25 millones.

La obra «Coca-Cola 4» de Warhol (1928-1987) forma parte de un grupo de cuatro lienzos en los que el pintor reprodujo botellas de esa bebida refrescante, que convirtió a ese producto cotidiano en un sorprendente referente del arte contemporáneo y de posguerra.

A pesar de su millonario precio, el cuadro no pudo batir la cifra de más de 63 millones de dólares obtenida por la pintura «Men in her life», subastada en la noche del lunes en la sede neoyorquina Phillips de Pury & Company, con la que se sitúo como la segunda obra más cara del pintor estadounidense.

Con unos precios un poco más discretos, Sotheby's vendió, también del icono del Pop Art, «Flowers» (1964), por 2,3 millones de dólares, y su reinterpretación de la última cena de Cristo, «The Last Supper» (1986), por 6 millones.

Mark Rothko (1903-1970), pionero del expresionismo abstracto estadounidense, también sedujo a los compradores y arrancó uno de los precios más elevados de la puja gracias a su obra «Sin título» (1955), una pintura de vibrantes colores ácidos y cálidos alejada de sus épocas más sombrías.

Según afirmó a Efe el director de arte contemporáneo de Sotheby's, Alex Rotter, la ahora millonaria pintura de tonos amarillos y rojizos hace sentir de una manera «muy obvia» el sol al mismo tiempo que trasmite una gran energía positiva.

Aunque la obra de Rothko se alzó con un elevado precio no pudo superar las expectativas máximas de la firma situadas alrededor de los 30 millones de dólares.