El camino hacia la libertad a través de la literatura

Marta Vázquez Fernández
Marta Vázquez OURENSE/LA VOZ.

CULTURA

Xosé Luis Méndez Ferrín dio ayer una charla en la cárcel de Pereiro de Aguiar

23 sep 2010 . Actualizado a las 03:26 h.

«En realidade, todos estamos presos dalgunha maneira». Con frases como esta supo ganarse ayer el presidente de la Real Academia Galega, Xosé Luis Méndez Ferrín, la atención de los reclusos de Pereiro de Aguiar. En una conferencia muy poco habitual tanto para el ponente como para sus oyentes, el profesor Ferrín -así es como a él mismo le gusta denominarse aunque ahora ya esté jubilado- supo ejercer como tal y protagonizó una clase magistral en la que habló sobre el idioma gallego, sobre historia, sobre política y, cómo no, sobre literatura. Eso sí, siempre sin perder de vista la particular realidad del público que lo escuchaba, y que lo recompensó no solo con su expectación, sino también con una generosa batería de preguntas.

Media hora y un mapa de España que sirvió como decorado. Méndez Ferrín no necesitó nada más para explicar a su público el origen del idioma gallego. Se remontó a los suevos y aseguró que la lengua es la verdadera alma de Galicia. «Toda a forma de ser deste país pasa por un centro de diamante que é o idioma, é a alma», aseguró, añadiendo tajante que «sen a lingua nós non somos nada».

Insistiendo siempre en que «as linguas ás veces non teñen utilidade práctica, pero si que son útiles», el profesor avanzó entonces en su ponencia y recordó que la literatura, como el idioma, es una necesidad del ser humano. «Todos soñamos, todos os aquí presentes temos fantasías e iso é a literatura», aseguró.

Eso sí, siempre con los pies en la tierra, Ferrín no quiso obviar el análisis sobre la situación actual por la que atraviesa la lengua gallega. Y lo explicó sin paliativos. «Hai galegos que son como Michael Jackson, que se operou porque non quería ser negro. Hai galegos que se operan a alma para non parecer galegos», insistió, dejando claro que él no es uno de ellos: «A mellor satisfacción dun ser humano é estar orgulloso de si mesmo», sentenció.

Perspectivas

Pero no hay razón para tirar la toalla. Ahondando en la huella que han dejado en la literatura gallega autores universales como Rosalía de Castro o Celso Emilio Ferreiro, que contribuyeron de forma decidida al uso del idioma y a la conciencia de país, el profesor quiso terminar su charla con un mensaje positivo, asegurando que, pese a todo, la literatura gallega goza de buena salud, «non lle ten nada que envexar á literatura castelá», garantizó.

Después de un largo aplauso, los internos de la cárcel demostraron que no se habían dormido en clase. Le tomaron la palabra a Ferrín tras haberse ofrecido este a contestar a cualquier pregunta y, micrófono en mano, comenzaron a bombardearlo con cuestiones de todo tipo. Así llegaría uno de los momentos más personales del encuentro. Un recluso inquirió al ahora director de la Real Academia Galega por su experiencia como represaliado político y su estancia en la cárcel en el pasado y quiso saber si aquella experiencia le había hecho renunciar a algo: «¿Se le pasó alguna vez por la cabeza abandonar su trayectoria política y literaria?», preguntó. Sin dudarlo, Ferrín explicó que sus ideas siempre han sido «coincidentes co comunismo» y admitió: «Sigo pensando que o socialismo é o único horizonte de liberación do ser humano».

Los temas que le sirven al escritor como inspiración o la opinión que le merecía el recientemente fallecido José Antonio Labordeta centraron otras de las cuestiones planteadas al escritor. Así hasta la última pregunta, relativa de nuevo a la situación actual del gallego. Ferrín fue tajante: «Hoxe en día hai un conflito de masas polo galego e non se pode ser neutral, non podemos deixarnos matar», insistió.

Antes de que los internos volvieran a sus celdas, el director de la cárcel, Juan Carlos Salvador, quiso que el invitado les recomendase uno de sus libros. Dudó Ferrín a la hora de hacerlo pero terminó decantándose por Arnoia, Arnoia. «É un libro que trata dun rapaz que busca a liberdade», dijo. Un mensaje para que los reclusos busquen su propia libertad, aunque sea a través de las páginas de un libro.