Julia Roberts derrochó simpatía en la entrega del Premio Donostia

La Voz SAN SEBASTIÁN/AGENCIAS.

CULTURA

La actriz confesó estar encantada de recibirlo de manos del actor español y manifestó su «excitación y gratitud»

21 sep 2010 . Actualizado a las 22:05 h.

La presencia de Julia Roberts, muy bien secundada por Javier Bardem y el norteamericano Richard Jenkins, dio realce a la jornada de ayer en el Festival de San Sebastián. La actriz, que recogió anoche el Premio Donostia 2010, se encuentra de gira promocional por Europa con Come, reza, ama, la película de la que es protagonista absoluta, y en la que Javier Bardem y Richard Jenkins son meros actores de reparto. El filme está coproducido por Brad Pitt, que ha preferido no embarcarse en esta interminable gira.

Vestida con chaqueta y camisa negras, minifalda y taconazos, una elegante Julia Roberts, con un impecable moño, se mostró en todo momento risueña y ocurrente y aceptó de buen grado una chapela

vasca con el escudo de San Sebastián, no sin antes advertir al periodista: «Podrías ser atacado si te acercas demasiado, pero inténtalo».

Los dos actores se dedicaron mutuos elogios. «Julia es una mujer extraordinariamente bella, profesional como la copa de un pino, trabaja muy duro y tiene una valentía enorme», dijo Bardem. Mientras que ella señaló que el español le había facilitado el trabajo «de todas las formas imaginables».

Roberts confesó que ve «extraño» que su sonrisa tenga tanto éxito entre sus seguidores . «Es extraño ser apreciada por algo que no es una habilidad, por algo que no controlo para nada -declaró-. La gente me pregunta ¿de dónde viene? ¡Pues de mis padres! [...] Siempre es un tema curioso del que hablar». Sobre la concesión del Premio Donostia, dijo que «es un honor, un privilegio». «Estoy excitada y nerviosa, llena de gratitud», confesó Roberts, que mostró su alegría porque fuera Bardem quien le entregara del galardón.

Filosofía vital limitada

Julia Roberts está en todos los planos de Come, reza, ama, adaptación de un best seller de Elizabeth Gilbert ideal para leerlo durante un viaje largo, sin que exija ningún esfuerzo intelectual. Y la película sigue el mismo recorrido que el libro, una postal turística que rezuma una filosofía vital muy limitada.

La protagonista es una mujer que, tras visitar a un chamán en Bali que le vaticina dos amores y que perderá toda su fortuna para recuperarla después, decide divorciarse de su marido y emprender un largo viaje en busca de sí misma. En Italia, primero en Roma y después en Nápoles, descubrirá su pasión por la comida. En la India, preferirá la meditación y la oración, y de nuevo en Bali, en busca del chamán, descubrirá el amor en el brasileño Felipe. Aquí entra en juego Javier Bardem, que salva su personaje con mucha dignidad.