«La crisis nos obliga a ser salvajemente creativos»

CULTURA

El músico y su banda actúan esta noche por primera vez en El Náutico, local al que considera «un templo del rock»

27 ago 2010 . Actualizado a las 10:57 h.

Treinta y tres años lleva Ariel Rot haciendo rock and roll en las plazas del pueblo ?ayer, en la de Astorga?, festivales y garitos de lo más diverso. «En las salas pequeñas es donde más disfruto», dice. «Es el formato natural para el rock and roll. Es donde empezaron los Beatles, los Rolling... Es donde empezó el rock». Esta noche, acompañado de toda su banda, ejercerá en El Náutico de San Vicente, en O Grove.

Con la perspectiva de un año, ¿qué balance hace del reencuentro y la gira de Tequila?

Me queda un recuerdo magnífico. En el sentido de la convivencia, de la amistad, de volver a ofrecer ese repertorio a viejos fans y a nuevas generaciones... Y como instrumentista resultó muy satisfactorio volver a dedicarle toda mi energía a la guitarra, quedarme en un rincón del escenario concentrado en el instrumento.

¿Sería posible también volver a unir a Los Rodríguez?

Nunca se sabe. Pero en el caso de Los Rodríguez las ausencias están más presentes. Reunir al grupo sin Julián [Infante] sería más un reencuentro mío con Andrés [Calamaro]. Aparte, es muy difícil convencer a Andrés para tocar solo canciones de Los Rodríguez. Siempre querría tocar temas suyos [se ríe].

Usted asegura que en lo musical los ochenta fueron una época mitificada? No deja de ser curioso, precisamente ahora que se vive un tremendo «revival» de aquellos años.

La música necesita reinventarse y ahora mismo parece que la única forma de hacerlo es mirar hacia atrás. Lamentablemente no hay nadie que a estas alturas te sorprenda con algo cien por cien nuevo. En ese sentido tiene lógica que, después de haber hecho el revival de los sesenta y el de los setenta, ahora caigamos en el de los ochenta. Pero son muy pocos los grupos de los ochenta que han perdurado. Para mí los grandes artistas de aquella década fueron Prince y Tom Waits. Tal vez algunos discos de Bruce? Y en España los ochenta están muy mezclados con la explosión de libertad y de vida de aquellos años y que nos cautivó y nos hizo escuchar la música de otra manera. Pero en lo que es estrictamente musical, creo que es muy poco lo que perdura. En los ochenta hubo además una fiebre de sobreproducción en la manera de grabar que hoy en día hace muy difícil escuchar aquellos discos.

Las crisis siempre provocan reacciones. ¿Cuál es la que ha provocado en usted?

Abrir el abanico. Quitarte del rollo acomodaticio y buscar nuevas alternativas. Antes grababas un disco y se ponía en marcha una maquinaria que te mantenía activo durante dos años. Ahora un disco dura dos meses. Constantemente hay que estar inventando cosas y eso hace que tengamos que ser salvajemente creativos. Yo, por mi parte, estoy empezando a habilitar un nuevo formato. En septiembre empezaré a hacer conciertos unipersonales, que no van a ser necesariamente acústicos. Habrá partes con guitarra eléctrica, partes con piano? Va a ser bastante variado.

¿Se siente fuerte para enfrentarse solo al escenario?

?En otro momento me habría asustado bastante. Pero ahora mismo no solo me siento sólido, sino que siento que tengo un repertorio con canciones que creo que se sostienen perfectamente tocándolas de la misma manera que las compuse.

?¿Los 50 le han sentado bien, entonces?

?Bueno? A la cabeza, bien. Al cuerpo, más o menos. Estamos en la lucha, digamos. Pero es una batalla perdida [se ríe].