«Fui uno de los arquitectos más preocupados por la galería en altura»

Antonio Santiago Río Vázquez

CULTURA

La Voz publica la última entrevista concedida antes de morir por José Antonio Corrales, uno de los nombres clave de la arquitectura española del siglo XX

01 ago 2010 . Actualizado a las 01:09 h.

A principios de julio tuve la oportunidad de entrevistar al arquitecto José Antonio Corrales en su estudio de la calle Bretón de los Herreros, de Madrid. Se trataba del primero de una serie de encuentros destinados a profundizar en el estudio de la arquitectura española del siglo pasado y que, lamentablemente, no se han podido continuar. Con su fallecimiento nos deja el último maestro de la generación de profesionales que iniciaron su labor hacia 1950 ?Sáenz de Oíza, Alejandro de la Sota, Molezún, Fisac??, recuperando los principios modernos que la arquitectura oficial de la posguerra había rechazado. En esta última entrevista hace una revisión de sus proyectos en tierras gallegas.

?Me gustaría que hablásemos de sus primeras obras en Galicia.

?Mi relación con Galicia era siempre a través del arquitecto coruñés Ramón Vázquez Molezún. Fuimos compañeros de clase, nos unió siempre una amistad y un mutuo respeto y admiración. Allí realicé dos obras importantes. Una primera actuación fue en el barrio de las Flores de Coruña, lo que se llamaba una unidad vecinal, programada desde Madrid por la Obra Sindical del Hogar (OSH). Otra actuación fueron las viviendas en Vigo, que también era una especie de unidad vecinal.

?¿Cómo fue la génesis del proyecto coruñés?

?Se iba a formar un equipo por parte de la OSH para proyectar el nuevo barrio. Ramón estaba realizando en ese momento unas viviendas en Madrid para la OSH, por lo que no podía participar. Me quedé yo dirigiendo el proyecto. El terreno tenía una ligera pendiente hacia poniente y un oleoducto que lo atravesaba. Vimos el interés que había en la ciudad por orientar las partes principales de la vivienda hacia mediodía. Todo el Cantón coruñés tiene las viviendas orientadas a mediodía, aunque en muchos casos se trate de las zonas de servicio. Mantener en todas las viviendas esa orientación multiplicaba el número de accesos y de ascensores. Entonces se planteó la posibilidad de establecer una galería de circulación a media altura a la cual llegaban los ascensores y, desde esta galería, se cogían las escaleras hasta las viviendas, subiendo únicamente una o dos plantas. Fui uno de los arquitectos que más preocupado estuvo por desarrollar el tema de la galería en altura en mis proyectos.

?¿Qué me podría decir del proceso constructivo?

?Creo que de hacerse hoy en día se tendría que hacer en hormigón prefabricado, porque son muchas las unidades que se repiten y es lógico que se haga con un sistema prefabricado. En aquel momento, después de la Guerra Civil, no había industria suficiente y decidimos hacerlo in situ.

?¿Qué dificultades recuerda de ese proyecto?

?La dificultad más grande del proyecto ha venido siempre por parte de los vecinos. No veían bien disponer solo de tres núcleos de ascensores. Últimamente han hecho una serie de reformas por su cuenta y cuando recurrieron a mí, los problemas ya se habían agravado. Planteamos un proyecto de rehabilitación, pero los vecinos decían que estábamos de acuerdo con el contratista, y eso me calentó y dije que no pisaba más la unidad.

?Además de las viviendas, realizó otros proyectos para el barrio?

?Hice también una parroquia, que no fue valorada por el arzobispado y sufrió muchas modificaciones posteriores, también sin contar conmigo. Era muy interesante porque se trataba de un sistema de cubierta ligera con grandes vigas, que permitían la entrada de luz. Fue todo mal, porque las viviendas para los sacerdotes nunca se usaron, las cogió la asociación de vecinos, estuvieron siempre desocupadas? En fin, otro pequeño desastre. Y el Ayuntamiento silbando, y los arquitectos silbando; todo el mundo silbando? que es lo que pasa siempre. A nadie le interesa nada más que lo suyo.

?Y después construiría las viviendas en Vigo?

?En Vigo proyectamos un bloque de viviendas donde también desarrollé la idea de galería de circulación, en este caso con una solución de galería interior. Fue una promoción de un cuñado mío que hacía negocios con wolframio. Había visto trabajar a carpinteros noruegos que usaban mucho el encofrado deslizante para hacer torres de hormigón. Cuando se construyeron las viviendas, empleamos ese tipo de encofrados. Al subir se dejaban en los muros los huecos para las ventanas y puertas, y también se dejaban los agujeros para ir metiendo las viguetas prefabricadas al bajar el andamio. Era un sistema muy rápido y económico.

?¿Han tenido mejor suerte que las viviendas coruñesas?

?Las viviendas están bien porque tienen unos huecos grandes y unos huecos pequeños alternados, y unas buenas terrazas, pero también han tenido mala suerte: últimamente las han pintado a rayas como si fuesen cebras?

?Otro proyecto gallego menos conocido es aquel con el que obtuvo un accésit en el concurso de la Universidad Laboral para Coruña?

?Previamente había obtenido un premio en el concurso para la construcción de Institutos Laborales, un concurso de inspiración suiza. A partir de ese premio se hizo el instituto laboral de Alfaro. Al concurso de la Laboral de Coruña nos presentamos Ramón Vázquez Molezún, Javier Carvajal, Alejandro de la Sota y yo. Ramón y Alejandro eran gallegos y conocían muy bien el clima y el ambiente de Galicia. El proyecto se planteó según las normas de la enseñanza laboral del momento, con una construcción muy económica. Era muy local y muy barato.