El público entregado de Ortigueira se rinde a las mil variedades del folk

Raquel Iglesias ORTIGUEIRA/LA VOZ.

CULTURA

10 jul 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Con un concierto tan exitoso como el que protagonizaron los Celtas Cortos el jueves, era un reto muy difícil aspirar a ser la estrella más brillante del mundo celta. Sin embargo, los grupos que pisaron ayer los escenarios demostraron que no solo hay una forma de entender el folk, y que en la variedad está el gusto de un buen festival. Por eso, y después de la propuesta comercial y popular de los vallisoletanos, ayer el estilo clásico fue el más aplaudido por el público de Ortigueira.

Con la música tradicional de marcado carácter gallego por bandera ofrecieron su concierto los componentes de Marful ante centenares de personas. El cuarteto, liderado por la vocalista y compositora Ugia Pedreira, nunca antes había estado en Ortigueira.

Para dejar huella combinaron con la melodía folk los ritmos de pasodobles, swings, mambos y valses. El atrezo, de lo que más impresionó. El ambiente se iba animando mientras llegaba el anochecer. Las calles de la villa se iban haciendo intransitables al escuchar desde lejos los festivaleros los primeros instrumentos.

Con la plaza de la Alameda más llena, la formación fundadora del festival, la Escola de gaitas de Ortigueira, se presentó en el escenario Estrella Galicia con medio centenar de músicos entre gaiteiros, percusionistas y el cuadro de baile. El grupo dejó patente que mantiene viva la reivindicación del papel de la gaita gallega en nuestra cultura tradicional.

Por eso y por su calidad musical es una auténtica institución en la villa. Los anfitriones y Orion, el grupo más melodioso que ha pasado hasta el momento por el festival, se fueron con el sol para dejar paso a Cristina Pato, para muchos la artista más esperada del cartel.

El intimismo más esperado

Horas antes de su actuación se mostraba más que entusiasmada por volver a pisar los escenarios once años después de su primer concierto en el festival. Avanzó un concierto «lleno de sorpresas», muy diferente del que supuso su debut en el festival: «Para los que estaban aquí en 1999 será diferente. Me he calmado un poco, pero la energía fluye todavía más», aseguró.

Lejos queda la transgresora imagen con la que se dio a conocer en el mundo celta con la mayoría de edad recién estrenada. Prometió ayer un concierto que dejara entrever el intimismo con el que ha trabajado en su último disco, y en el que conecta el piano y la gaita con la música contemporánea.

Lo que se espera hoy

La jornada por excelencia de la cita folk ha llegado. Desde el mediodía y hasta las cinco de la mañana, apenas sin descanso, se sucederán hoy conciertos. Al escenario Estrella Galicia se asomarán Leilía, con un avance de su nuevo trabajo, y Anxo Lorenzo Band, que presentará los temas de Tirán.

Este artista pasó fugazmente hace cinco años por el festival de Ortigueira. Lo hizo como colaborador de Lunasa, protagonizando uno de los momentos más álgidos de aquella edición de la cita. Ahora volverá como una de las cabezas del cartel de este año compartiendo melodías traídas de distintos puntos del planeta.

Además, y tras estas actuaciones, llegará el debut en España del grupo estadounidense Gaelic Storm y el espectáculo de los enérgicos Shooglenifty, que aprovecharán su tercera visita a Ortigueira para interpretar los temas de su doble cedé Murmichan. Como preludio a estos conciertos se presentará lo que para muchos será el acto estrella de esta edición del Festival de Ortigueira. Entre las novedades de última hora se ha destacado la firma de discos de Xosé Manuel Budiño, que acaba de sacar el mercado Volta, un proyecto audiovisual que culmina con el concierto ofrecido el pasado año en el certamen folk de Ortigueira.