Enric Montefusco: «Rooom tiene otra dimensión, no son las típicas proyecciones »

Begoña Rodríguez Sotelino
B. R. Sotelino VIGO/LA VOZ.

CULTURA

La banda barcelonesa Standstill inaugura hoy el festival Vigo Transforma con un concierto de concepción escénica

08 jul 2010 . Actualizado a las 13:36 h.

La programación musical del Festival Vigo Transforma, incluido dentro de la programación de Xacobeo 2010, empieza hoy con la presentación del espectáculo Rooom , de los barceloneses Standstill (Centro Cultural Caixanova, 21 horas). Enric Montefusco es el líder de una banda escurridiza con las etiquetas, ya que están a años luz de los postulados hardcore punk con los que despegaron en el 2001, hasta llegar a sus últimas propuestas de pop acústico y experimental con un importante componente visual, como en el caso de Rooom , una delicia para los sentidos que dirige él mismo.

-«Rooom» es un espectáculo que se reservan para ocasiones especiales, ¿no?

-Sí. Es la segunda vez que lo hacemos. Lo estrenamos hace un mes en el festival Primavera Sound, que nos ayudó a coproducirlo. Nuestros tres últimos discos han venido acompañados de aparato escénico. Con ello intentamos jugar con las posibilidades de salir a un escenario. En este caso presentamos íntegramente el disco Adelante, Bonaparte , desde que empieza hasta que acaba. Es una de las gracias del show , es como escuchar el disco pero habiendo añadido una vertiente audiovisual.

-Entonces, ¿es casi como una obra de teatro?

-Es que salir a un escenario a hacer un concierto es una obra que representamos todos los grupos. Y ha llegado un punto en que nosotros nos vimos capacitados y con ganas de escribir nuevas maneras de relacionarnos con el público, aunque todo esto empezó por casualidad, cuando hace ocho años la compañía de teatro La Carnicería nos pidió una colaboración. Entrar en ese proceso tuvo consecuencias en nuestra labor creativa y artística.

-¿Cuál fue la evolución en este campo?

-En los tres espectáculos hemos jugado con las posibilidades escénicas de maneras muy diferentes. El primero era con actores, más teatral en el sentido clásico de esta palabra. En el segundo jugamos con la disposición espacial, nosotros en un círculo y la gente en medio; y Rooom se basa mucho en la tecnología audiovisual, pero no son las típicas proyecciones. Parece que estamos sumergidos en imágenes dentro de una habitación. Tiene otra dimensión.

-Al ser un espectáculo cerrado, no hay bises, claro...

-Nunca me ha gustado hacer como que nos vamos y luego salir otra vez. Prefiero algo más espontáneo. A veces lo solucionamos haciendo bromas al respecto en el escenario. En ese sentido quedamos liberados, ­­y lo digo en positivo­­, de los códigos y estándares del directo. Por un lado es una pena porque hay que empezar de cero y volver a explicar cómo tiene que actuar todo el mundo, pero a la vez es agradecido redescubrir otras maneras de relacionarnos. En ese sentido no echo de menos los bises, sobre todo porque en ningún momento hemos renunciado a hacer directos normales.

-¿Podrán quedarse a disfrutar del festival Vigo Transforma?

-Hay grupos que realmente nos gustan mucho, pero desafortunadamente no podemos quedarnos a verlo porque tenemos otras actuaciones.

-El camino de Standstill es cada vez más íntimo y acústico. ¿Es por ahí por donde quieren ir?

-Me resulta difícil saber por qué hemos hecho lo que hemos hecho, y más difícil aún es saber hacia dónde iremos. Lo que está claro es que empezamos en el ámbito del hardcore y el punk y teníamos una sonoridad bastante agresiva, con muchos decibelios. Pero aún hay mucha intensidad, sobre todo en los directos, y se puede reconocer a esa banda que había al principio. Creo que nuestro gran logro ha sido romper todos los prejuicios.