Sin embargo, el diputado Jordi Cuminal señaló que su grupo iba a apoyar el texto, porque «ahora más que nunca toca defender la lengua» y porque, «aunque podría ser mejor», están convencidos de que «será una buena ley para el país».
El diputado del PSC-Ciutadans pel Canvi Josep Maria Balcells señaló que se trata de una ley «llamada a hacer historia» que el anterior gobierno de CiU «no se atrevió a plantear», mientras que el ejecutivo encabezado por José Montilla «ha decidido abordar no solo la vertiente lingüística, también la industrial y la de la cultura cinematográfica». Mientras que sobre las major estadounidenses indicó: «Quizá amenacen con el boicot, pero la ley es la ley y el mercado es el mercado y no dejaremos que Cataluña quede fuera». Más contundente se mostró el presidente de ERC, Joan Puigcercós, quien calificó la ley como una de las más importantes de la legislatura por lo que supondrá de cambio en el sector y porque «acabará con la marginación humillante de la lengua catalana en el ámbito del cine». «En muchas ocasiones y cuando uno es padre de familia debe utilizar un GPS para poder ver cine en catalán con sus hijos. Muchas veces me he sentido forastero en mi país», subrayó.