El último landista

Miguel Anxo Fernández

CULTURA

13 may 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Alfredo Landa solo hay uno y de ahí el llamado landism o, y aunque el actor pamplonica lideró una peculiar manera de entender la comedia española (españolada para sus detractores) entre finales de los sesenta hasta bien entrados los setenta, encarnando a personajes sobrepasados, gesticulantes y obsesionados con ligarse a la bella de turno, por lo general extranjera (a ser posible luciendo lencería), desaparecido José Luis López Vázquez, sobrevivía Antonio Ozores, protagonista de la casi totalidad de la ingente (y muy descuidada) filmografía de su hermano Mariano. Al contrario que Landa y López Vázquez, que progresarían hacia registros dramáticos de mayor calado, Antonio acabaría encasillándose en su personaje de hablar atropellado, hasta repetirse en exceso.

En el 2004 publicó unas singulares memorias que tituló La profesión más antigua del mundo, trufadas de anécdotas resueltas con su comicidad tendente al absurdo. Pese a sus más de 160 películas, más que un actor quizá se haya ido un personaje.