«La ironía es marca de la casa, siempre va a estar en mi obra»

Concha Pino

CULTURA

La escritora ferrolana habla de su segunda novela, una historia de intriga protagonizada por una chef de éxito y mujer fatal

13 abr 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

La segunda novela de Mercedes Castro (Ferrol, 1972) vuelve a estar protagonizada por una mujer rompedora, una luchadora en un mundo profesional de hombres, en este caso una chef de éxito, y una mujer fatal que asegura en la primera línea de esta historia en primera persona: «Tú te dejas ver y ellos se dejan comer». Mantis (Alfaguara) aparece dos años después de Y punto. , la ópera prima de una autora que entró en el mundo de la creación literaria por la poesía y con trabajos sobre Rosalía y Galdós.

-¿Por qué la gastronomía?

-Hoy en día hay profesiones con mucho glamur en las que se produce una especie de convivencia entre ocio, negocio, márketing, talento... Conozco todo eso desde un punto de vista editorial porque trabajo de editora, y me interesaba aplicar este análisis a la gastronomía, porque los chef son superestrellas, y reflexionar sobre si es arte, es cocina... O cómo se plantea el personaje, si van a su restaurante porque ella está de moda o por la comida que hace. Se puede extrapolar a otros ámbitos, pero elegí la cocina porque en esta novela es una expresión femenina. La cocina cotidiana sigue siendo cosa de mujeres y las estrellas son hombres. Ella pertenece a una estirpe de cocineras y hace de ello su bandera.

-Mujer, intriga, ironía... ¿Son sus ingredientes básicos?

-La ironía es marca de la casa. Siempre va a estar en mi obra. Vengo de una familia en la que se cuentan historias mejor que en ningún lado. Tuve un abuelo que era capaz de hablar siete horas seguidas de aparecidos y santas compañas. Crecí escuchándolas. Y de niña pasé mucho tiempo en cama, enferma, y leía sin parar. Todo viene de ahí.

-¿Y las mujeres rompiendo techos masculinos?

-Que sea una mujer me parece normal siéndolo yo, lo que ya no me lo parece es que a Marías, Pérez Reverte o Muñoz Molina nadie les cuestione que den vida y voz a hombres siendo ellos hombres. Y que si hay una mala mujer en sus obras nadie les va a preguntar si tienen animosidad contra las mujeres, cosa que a mí sí me han preguntado. Se trata de contar las cosas desde mi punto de vista, como una mujer nacida en los 70, sin hacer proselitismo de nada. Hago ficción. Solo eso. Para escribir hay muchas justificaciones, y para mí es un ejercicio de libertad y de honestidad, porque las facturas las pago con el sueldo de mi trabajo. Es un discurso que suena utópico, pero soy yo, escribir es como abrirme en canal.

-«Mantis» aparece dos años después de «Y punto.», que tardó nueve en escribir. ¿Estaba en la recámara?

-La primera la compartí con muchas cosas. Siempre tengo dos o tres historias en mente, y empecé a darle forma a esta cuando estaba con la otra, creo que para desengrasar, así que empecé a pensar en esta Teresa Sinde malvada y fatal creo que por cambiar. De hecho, en la primera hay muchos tacos, y en esta ni uno. Y fue un reto.

-¿La tercera, que estará en camino, será novela negra?

-Va a tardar un poco más, porque requiere más documentación. Novela negra era Y punto . Esta es más gótica, pero muy actual. La que tengo en mente va a ser coral, y con un narrador omnisciente.