Sa Dingding se aleja de las tendencias mundiales

EFE

CULTURA

La cantante china reúne de nuevo la cultura oriental y los ritmos occidentales en su segundo trabajo, «Harmony».

05 mar 2010 . Actualizado a las 15:00 h.

La cantante china Sa Dingding reúne de nuevo la cultura oriental y los ritmos occidentales en su segundo trabajo, «Harmony», con el propósito de dar a conocer «el misterio de la cultura musical» de su país y alejarse de unas »tendencias« mundiales que unifican y convierten en «monótona» la música actual.

«Prefiero crear cosas nuevas interesantes», explica la artista de 26 años de madre mongola y padre chino, en una entrevista con Efe.

Antes de ser cantante, Sa Dingding era nómada en Mongolia pero tras vivir en el Tíbet, se formó en Pekín y su carrera musical se reafirmó cuando ganó el premio BBC Radio 3 World Music y su primer álbum, «Alive», se convirtió en una revelación mundial.

Una actuación en el Royal Albert Hall hizo que el productor Marius De Vries, quien ha trabajado con U2, Björk o Rufus Wainwright quisiera trabajar con ella. Un profesional que la propia Dingding define como »el más famoso del mundo«.

De Vries, quien ha producido el disco entre China, Londres y Los Ángeles, es el responsable de la fusión de «factores occidentales y orientales» de «Harmony» en temas como «Girl in a green dress», «Hua», «Pomegranate woman», «Blue horse», «Yun yun nan nan», «Xi carnival» o «Little tree/big tree».

Y a pesar de estar tituladas en inglés todas las canciones están interpretadas en chino mandarín, sánscrito, el idioma de la etnia Yi y un lenguaje de creación personal de Dingding.

La primera canción que canta en inglés es «Lucky day», su particular homenaje a Michael Jackson, a quien admiraba y le dedica este tema que «engloba sonidos de ceremonias de una etnia sin mezclas».

Y aunque De Vries escribió la letra, se trata de una canción «muy dramática» que se basa en los sueños que tuvo el productor desde su llegada a China y que se ha convertido, según la cantante, en «la historia de dos niños inocentes que juegan en el mar musical».

«La base de este álbum está creada en la provincia china de Yunnan», explica Dingding, quien viajó allí para captar ciertos sonidos de las 26 etnias diferentes que conviven en ese lugar, que tienen creencias de religiones antiguas y además tocan instrumentos que hoy en día están al «borde de la extinción».

Dingding también quiere transmitir estos valores en el escenario y por eso intenta «transmitir sensaciones misteriosas y renovadoras» mientras actúa y utiliza atuendos, bailarines o imágenes.

Algunos la han llegado a comparar con Enya o Björk, un hecho que cree que es normal porque «cuando surge algo nuevo siempre se le busca un antecedente» aunque cree que las tres tienen en común «la valentía» que tienen en la música pero sus métodos son «muy diferentes».

Dingding iniciará a mediados de marzo una gira que la llevará a países como Hong Kong -donde ya ha agotado las entradas-, Corea del Sur, Malasia, Singapur, Estados Unidos, Canadá o ciudades europeas como Londres, Manchester, Milán, Munich o Berlín.

El 21 de mayo estará en el Teatro Joy Eslava de Madrid y al día siguiente actuará en el festival Tres Culturas de Murcia.