Irán rompió ayer sus relaciones con el Museo Británico para protestar por sucesivas postergaciones del préstamo por parte del museo londinense de un tesoro persa, el cilindro de Ciro, según indicó un alto funcionario.
Hasán Mohseni, alto funcionario de la Organización del Patrimonio Cultural y del Turismo iraní y responsable de las relaciones públicas, declaró que los vínculos entre ambas partes están rotos, pues el museo no transfirió el cilindro de Ciro a Teherán. Poco antes, los medios de comunicación iraníes habían anunciado la decisión de romper con el Museo Británico, citando a Hamid Baghai, que dirige la Organización del Patrimonio Cutural y del Turismo.
«Como el cilindro de Ciro no ha sido trasladado a Irán, nosotros presentaremos una queja contra el Museo Británico ante la Unesco y romperemos las relaciones», declaró Baghai, según los medios.
En Londres, el Museo Británico expresó en un comunicado su gran sorpresa ante la decisión iraní y afirmó que el viernes pasado había informado a Teherán su intención de trasladar el cilindro «la segunda quincena de julio».
Algunos historiadores consideran que el cilindro, descubierto en 1879, es la declaración más antigua de los derechos humanos del mundo. La pieza, hecha en arcilla, presenta una proclamación del rey de Persia Ciro II escrita tras su conquista de Babilonia, en el 539 antes de Cristo.
«El Museo Británico nos había dicho que lo transferiría en septiembre, luego en noviembre, y finalmente el 16 de enero. Hasta ahora hemos invertido 200.000 dólares en los dispositivos de seguridad para proteger ese préstamo», indicó Baghai.
Por su parte, Mohseni señaló que ya no habrá visitas de equipos de arqueólogos británicos a Irán tras la ruptura de relaciones con el museo.
Las relaciones entre Irán y Gran Bretaña se han enfriado considerablemente después de junio pasado y la controvertida reelección del presidente iraní Mahmud Ahmadineyad. Irán acusa a Gran Bretaña de organizar el movimiento de protesta contra los resultados de esos comicios.