La mayoría de los cines catalanes secunda la huelga

Cristian Reino

CULTURA

Las salas se oponen a la ley del cine que les obliga a aumentar la presencia de catalán.

01 feb 2010 . Actualizado a las 21:32 h.

Siete de cada diez cines catalanes cerraron este lunes sus puertas, como medida de protesta contra la nueva ley del cine promulgada por la Generalitat, que les obliga a proyectar la mitad de las copias en catalán. Los empresarios cinematográficos consideran que la nueva normativa del Govern, que contempla multas de hasta 75.000 euros, es «inviable, injusta y será su ruina», ya que las grandes distribuidoras norteamericanas abandonarán el mercado de Cataluña.

La patronal entiende además que el público que prefiere ver cine en catalán es minoritario, por lo que si aumenta la oferta de películas traducidas al catalán, las salas estarán más vacías y perderán espectadores (entre 10 y 16 millones anuales, sobre un total de 20 millones, según sus previsiones).

Este panorama de reducción de asistencia a los cines comportará cierres empresariales y paro, según Camilo Tarrazón, presidente del gremio de exhibidores. «Compartimos el objetivo del Govern de que aumente la presencia del catalán en los cines, en torno al 3% actualmente, pero nos negamos a las imposiciones», señaló. «Es una distorsión del consumo cultural en el territorio, y los pequeños cines tendrán que cerrar. Salas cerradas significa más paro», añadió.

Sin embargo, un estudio de la Universidad Pompeu Fabra encargado por los propios exhibidores desmiente sus argumentos, según TV-3. El informe revela que el 96,5% de los espectadores irán al cine con la misma asiduidad si aumenta la oferta de catalán e incluso únicamente un 10% dejaría de acudir al cine si la oferta fuera en catalán al 100%.

Aunque la postura del cierre fue la mayoritaria en el sector, también hubo cines que decidieron no secundar la huelga.

«No me parece bien la coacción, hay que seguir hablando con la Generalitat, nosotros no cerramos porque nos debemos a nuestro público», dijo Ramon Colom, de los cines Alexandra, en Barcelona.

Igual que él, otras 250 salas, de las 800 que hay en Cataluña, abrieron sus puertas, como un día normal. Algunas de las que no lo hicieron aparecieron con pintadas en las que se podía leer «este cine margina el catalán».

A pesar del cierre masivo, las tres formaciones que integran el Gobierno tripartito (PSC, ERC e ICV) afirmaron que seguirán adelante con la ley. Señalaron que no creen que Hollywood se arriesgue a perder un mercado de más de veinte millones de espectadores y se mostraron convencidos de que las 'majors' tendrán que ceder en el asunto.

CiU, por su parte, señaló que «no tiene sentido que el catalán sea una lengua absolutamente residual en los cines de Cataluña» por lo que consideró conveniente establecer cuotas, si bien evitó pronunciarse sobre si hay que llegar al 50%. PP y Ciutadans rechazaron la ley. Mientras, entidades próximas a ERC, como Òmnium Cultural, emitieron un comunicado en el que niegan que los espectadores vayan a dejar de ir al cine si se ofrece en catalán. La patronal de cine hizo coincidir la huelga con la gala del cine catalán, que entregaba los premios Gaudí (como los Goya).