Polanski tendrá que regresar a EE. UU. para ser juzgado por un delito de violación

Tatiana López

CULTURA

El tribunal de California deniega la petición de no asistir a la vista, solicitada por los abogados del director

24 ene 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El director de cine Roman Polanski deberá regresar a Estados Unidos para ser juzgado por la violación de una menor de 13 años ocurrida durante los años setenta y cuyo fantasma persigue desde hace más de tres décadas al realizador de Lunas de hiel.

Así lo confirmó el pasado viernes el juez encargado del caso, Peter Espinoza, quien rechazó la petición interpuesta por los abogados del artista para que Polanski pudiera ser juzgado in absentia , es decir sin estar presente. La petición, que tenía como objetivo evitar el proceso de extradición que actualmente enfrenta a Suiza y EE. UU., era inmediatamente denegada por Espinoza, quien no quiso ni escuchar los argumentos de la defensa. «Creo que he dejado claro que para poder ser juzgado debe antes regresar a territorio estadounidense», manifestaba el magistrado, quien sin embargo reconoció que su decisión no es definitiva.

Fugitivo durante la mayor parte de su vida, Polanski era detenido finalmente el pasado mes de diciembre en Suiza, donde actualmente cumple un arresto domiciliario en su residencia de Gstaad, mientras espera su extradición.

Un juicio de 30 años

Sin embargo la pesadilla legal de Polanski comenzaba en realidad en 1978 cuando el cineasta fue acusado de abusar sexualmente de Samanta Geimer, entonces una menor, durante la celebración de una fiesta en la casa de Jack Nicholson.

Según la primera versión de la víctima, quien había acudido al lugar para participar en una sesión de fotos, ambos habían consumido grandes dosis de alcohol y drogas antes de la violación. En aquel entonces, y tras llegar a un acuerdo con la acusación, Polanski fue condenado a tan solo 42 días de prisión, tiempo que cumplió antes de abandonar el país aprovechando su libertad bajo fianza.

Desde ese día muchas han sido las dudas que han rodeado a un proceso judicial que se prolonga ya durante más de tres décadas y que provoca reacciones encontradas en el mundo del espectáculo. Así pues, mientras en Francia la mayoría de los intelectuales reaccionaban en contra de la extradición del director, esta reacción ha sido mucho más pasiva en las colinas de Hollywood.

Por su parte, tanto Polanski como su equipo legal han tachado en varias ocasiones de «persecución judicial» el proceso abierto contra el reconocido director. También la propia víctima, quien en 1997 retiraba todos los cargos tras llegar a un acuerdo económico con el director, ha pedido a la Justicia que cierre este caso para poder continuar con su vida. La mujer, que ahora mismo tiene 53 años y está casada, trató incluso de detener el proceso de extradición argumentando que el tribunal había vulnerado sus derechos al no informarla. Sin embargo, su petición fue desestimada después de que el juez demostrara que oficiales del tribunal lo intentaron en numerosas ocasiones localizarla.