Adiós a otra de las figuras de la época dorada de Hollywood. A los 80 años ha muerto Jean Simmons, doble candidata a un Oscar que se le negó, ganadora de dos Globos de Oro y una de las más elegantes presencias de la gran pantalla.
La actriz británica hizo carrera en la meca del cine hasta ganarse la categoría de estrella con papeles en las películas míticas como Hamlet y Con los ojos cerrados . Se consagró con el Espartaco de Stanley Kubrick, pero rodó a las órdenes de los mejores cineastas de su época -Preminger, Mankiewicz, Wyler, Donen, Curtiz o Cukor- y dio la réplica a grandes actores como Laurence Olivier, Cary Grant, Marlon Brando, Kirk Douglas o Rod Hudson. Víctima de un cáncer de pulmón, Simmons falleció en su residencia de Santa Mónica (Los Ángeles), en la madrugada del sábado.
Ha sido la de Simmons una de las carreras más largas y prolíficas en el cine del siglo XX, con siete décadas de actividad y decenas de grandes títulos. Aunque en el último tramo de su vida profesional trabajó más para la televisión -gano el Emmy por El pájaro espino - aún el año pasado se la pudo ver en la gran pantalla en la película Shadows In the Sun , de David Rocksavage.
Estudiante de danza
Una carrera que empezó de forma casual cuando un cazatalentos se fijó en la joven Jean Marilyn Simmons, de solo 14 años, en una clase de baile. Había nacido en Londres el 31 de enero de 1929, aunque los avatares de la Segunda Guerra Mundial la condujeron a Somerset. De regreso a la capital británica, estudió danza con Aida Foster entre 1941 y 1945. Luego se interesó por el arte dramático y pudo formarse con uno de los grandes mitos de la interpretación del siglo XX, Laurence Olivier.
Su carrera despegó al encarnar en 1948 el papel de Ofelia en la película Hamlet , coprotagonizada junto a su compatriota y legendario actor Laurence Olivier. Aquella interpretación le valió la primera de sus dos nominaciones a los premios de la academia, en la categoría de mejor actriz de reparto, y fue premiada en el Festival de Venecia.
La segunda llegaría veinte años más tarde, por su magnífica interpretación de una esposa alcohólica en Con los ojos cerrados (1969), esta vez ya como protagonista y a las órdenes de su segundo esposo, Richard Brooks.