Personajes de ficción se mezclan con asesinos que vivieron en realidad

La Voz

CULTURA

23 ene 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

La trama de La herencia Valdemar cuenta la tragedia de Lázaro y Leonor, el matrimonio victoriano dueño de una fabulosa casa, comienza cuando los espíritus entran en sus vidas. Tras una serie de sesiones, Lázaro formará parte de un grupo obsesionado por celebrar el llamado Rito de Dunwich.

Es aquí donde la fantasía se mezcla con la realidad, porque para dotar de verosimilitud a la película, «nada mejor que añadirle personajes que, efectivamente, existieron», señala Alemán.

Así nos encontramos, además de con Bram Stoker, el creador de Drácula -encarnado por Lino Braxe- con dos inquietantes mujeres. Lizzie Andrew Borden, nacida en Massachusetts en 1860, fue la única sospechosa de los asesinatos de su padre y su madrastra, acaecidos en agosto de 1892. El doble crimen, jamás resuelto, sigue siendo una de las leyendas negras en la historia de la criminología.

Belle Gunness, nacida en 1859 en Noruega, fue una de las asesinas en serie más aterradoras de su época. Apodada como La viuda negra , asesinaba a sus maridos e hijos para cobrar sus seguros de vida.

Pero no hay que temer porque, en esta su primera parte, en La herencia Valdemar se impone la historia de amor. El terror llegará con Cthulhu, que no aparecerá hasta la segunda parte, que será estrenada en octubre.