«¿Grande? Al lado de Perales me veo muy chiquitita»

Ana Rodríguez

CULTURA

14 nov 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Salió de su casa de Granada para ir a un programa de televisión. Cogió el primer avión de su vida. Adelgazó más de veinte kilos. Ganó. Representó a España en Eurovisión. Grabó discos. Hizo giras interminables. La llamaban Rosa de España. Se vio rodeada de gente que no dejaba de darle consejos. Y se cansó. Ahora regresa con el disco Propiedad de nadie .

-¿Qué ha cambiado ahora?

-Pues que pensé que la vida ya no me iba a dar más sorpresas, pero aparece José Luis Perales y todo cambia. Ya me había cedido una canción suya en mi primer disco, pero hasta ahora no nos habíamos conocido. Y grabar con él ha sido increíble.

-¿Que haya compuesto para usted le hace sentirse grande, como Rocío Jurado?

-¿Grande? Al lado de Perales me veo muy chiquitita. El respeto que me ha dado grabar delante de él no lo había sentido nunca. Empiezo una nueva etapa.

-Insiste mucho en que parte de cero. ¿A qué se refiere?

-A que estoy mucho más asentada en la música que quiero y en cómo quiero cantar. Porque este disco, Propiedad de nadie, puede parecer una innovación, pero estoy haciendo loque siempre he querido hacer.

-El cambio es llamativo. De música pop-dance ha pasado a canciones más melódicas. ¿Teme el rechazo del público?

-Yo sigo siendo bailonga, que tengo 28 años y me gusta mucho divertirme y pasármelo bien. Pero mi corazón me dice que tengo que quedarme en este camino y seguir evolucionando en este camino. Tengo muy claro lo que quiero, y es este tipo de música. Voy a ir buscando sonidos nuevos para sentir que estoy metida en el mundo de la música, en el comercial, pero, al margen de alguna colaboración, creo que me quedaré aquí.

-Ocho años ya desde «OT». En la Academia insistían en que estuviera más segura de sí misma. ¿Lo ha conseguido?

-Era más pequeña, me cuidaba menos, tenía más miedos, pero me sigue causando tanto respeto lo que tengo delante, el público, que la responsabilidad sigue siendo algo enorme.

-¿Se acostumbra a que la persigan y a la vida de artista?

-Mi familia y yo hacemos vida normal. Cuando vuelvo a casa después de esta doble vida que llevo, mi familia es mi paz. Porque yo pensaba que dedicarse a esto era simplemente tener muchas ganas de cantar y ponerle corazón a todo. Y me encontré con que había que posar como una modelo, estar todo el día en la calle de promoción, yendo a radios y a chats...

-Está en plena promoción, ¿cómo responde el público?

-Lo que no sabe el público es que esta cercanía es mucho más importante para nosotros. Es lo mejor que nos puede pasar a los artistas. Poder viajar, poder abrazar a la gente en una firma de discos [hoy estará en El Corte Inglés de A Coruña], arrancarte de repente con algo a capela, ver cómo le importas a la gente...