Plácido Domingo presenta un disco inspirado en poemas de Juan Pablo II

Concha Barrigós

CULTURA

12 nov 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

El tenor Plácido Domingo no pretende «hacer bailar al clero» con el disco que dedica al papa Juan Pablo II, Amore infinito , inspirado en poemas de Karol Wojtyla, sino transmitir su admiración ilimitada por el pontífice y que todos, «no solo los católicos», conozcan a «ese personaje extraordinario».

Domingo viajó ayer a Madrid para presentar en una rueda de prensa el disco, editado por Deutsche Gramophon y compuesto por doce temas que irán «aumentando» con el tiempo, porque quiere añadirles varios en polaco -el mes que viene ofrecerá un recital en Cracovia- e incluso un documental para que el «mundo» sepa de la «inmensa fuerza y humanidad» de Wojtyla.

Interrogado sobre si quería «hacer bailar al clero» con su disco, al igual que hizo con los invitados al concierto conmemorativo de la caída del Muro el pasado día 9 al cantar Berliner Luft , Domingo aseguró riéndose que no es esa su intención «para nada». «No pretendo hacer bailar al clero. Es solo un disco con un mensaje popular y su carácter no es clásico, sino que tiene un sentido moderno», precisó el tenor.

Según explicó, la idea nació a raíz de un recital que dio en Ancona (Italia) en el que había incluido una obra del compositor italiano Marco Tutino en la que ponía música a uno de los poemas del papa Juan Pablo II.

En una audiencia papal, con motivo precisamente de ese concierto, Plácido Domingo le pidió permiso para que les dejara a él y a su hijo, que es compositor, profundizar y «buscar» más poemas para hacer un disco.

«Para ampliar el atractivo de los versos, algunos mejores que otros», matiza, decidieron interpretar unos en italiano, otros en español, como Resuena el alma mía , La conciencia y La libertad , y otros en inglés.

Entre el tenor y su hijo encontraron algunas composiciones «populares» a las que podía poner música con melodías sencillas, aunque con «profundidad».

El Papa de la caída del Muro

Uno de ellos, el poema Madre , «habla directamente» al corazón; otros tratan del amor a Dios, y otros, de los trabajadores porque, como recuerda Domingo, cuando a él le dijeron que Juan Pablo II había sido elegido papa supo que «se trataba del principio del fin del comunismo, y así fue».

«Quería ayudar a dar conocer al público al personaje extraordinario que fue Juan Pablo II, un ser que irradiaba plenitud. Si no hubiera habido un atentado contra él (que mermó notablemente su salud), seguiría siendo papa».

El artista -que no volverá a Madrid hasta julio para interpretar Simon Bocanegra en el Teatro Real- cree que Juan Pablo II tuvo «un cariño muy especial para los niños y los necesitados» y que la Iglesia «debería dedicarse» más aun a ellos «y de forma generalizada».

La Iglesia, subrayó Domingo, «tiene muchas cosas que pueden cambiar» y apuntó que los sacerdotes anglicanos están creciendo mucho «porque les dejan casarse». Ha insistido en que no se trata de un trabajo dirigido «a los católicos, aunque ellos pueden apreciarlo con mayor devoción» porque habla de sentimientos universales, «sin importar la religión».

Medio en broma, medio en serio, Domingo sugiere que «si se cree en Dios hay que darle gracias cada día, y, si no, también, por si acaso», aunque él está persuadido de que «tiene que haber una fuerza sobrenatural», pues «no puede ser que no haya nada más».

En el disco, interpretado por la Orquesta Sinfónica de Londres, el tenor canta duetos con su hijo Plácido, Andrea Bocelli, Josh Groban, Katherine Jenkins y Vanessa Williams.