La familia del poeta alicantino solicita al Tribunal Supremo que se anule el proceso judicial por el que se le condenó a muerte en 1940.
31 oct 2009 . Actualizado a las 00:07 h.«¡Tanto fue! ¡Tanto fuiste y ya no eres! / Tu agitada alegría, / que agitaba columnas y alfileres, / de tus dientes arrancas y sacudes, / y ya te pones triste, y sólo quieres / ya el paraíso de los ataúdes». Así rezaba la elegía que el poeta alicantino Miguel Hernández le escribió a su admirado Federico García Lorca, en uno de sus recopilatorios más aplaudidos, Viento del pueblo. Lejos de haberse convertido en algo olvidado, la memoria del poeta de Orihuela continúa más presente que nunca.
El 30 de octubre de 2010 se cumplirán cien años del nacimiento de este singular autor, que escribía sus primeros poemas mientras cuidaba el ganado de su padre. Desde el día 26 de octubre hasta la fecha de su aniversario, las ciudades de Orihuela, Elche y Alicante acogerán el III Congreso Internacional Miguel Hernández, que contará con la presencia de intelectuales de la talla de Antonio Gamoneda, Premio Cervantes 2006, y del especialista sobre la figura hernadiana, Juan Cano Ballesta.
El objetivo de este congreso es «universalizar la figura del poeta del pueblo», comentó la alcadesa de Orihuela, Mónica Lorente.
En él se abordarán diversas cuestiones sobre su figura y su impacto en la narrativa actual, así como su proyección en el extranjero y su vinculación al mundo del periodismo. Entre otras actividades se realizará una visita a la tumba del escritor en Alicante y se ofrecerá un concierto de música de cámara.
La organizadora de este evento, Carmen Alemany, aseguró que la figura de Miguel Hernández «se ha visto sometida a mitificaciones que han podido simplificar el espíritu de su obra; en este congreso trataremos de luchar contra eso».
Aprovechando la conmemoración, la familia ha puesto sobre la mesa la reivindicación de que el Tribunal Supremo anule todo el proceso judicial por el que se condenó a muerte a Miguel Hernández.
La sentencia de pena máxima se dictó en1940, en el Consejo Sumarísimo 21.001, apuntando a la «ideología izquierdista» del autor y su «dedicación a las actividades literarias».
Los herederos del poeta hicieron pública esta solicitud en una presentación junto a la Comisión Cívica de Alicante para la recuperación de la Memoria Histórica. La nuera del poeta, Lucía Izquierdo, aseveró que «un escritor de esta categoría y una persona tan maravillosa como fue Miguel Hernández no se merece, al igual que los demás, esta losa que tiene encima».
Litigio
Hernández fue detenido en Orihuela a principios de 1940, tras su participación en el bando republicano. Fue condenado a muerte en marzo de ése año. Por mediación de sus amigos, el escritor José María de Cossío y el vicario de Orihuela Luis Almarcha, le fue conmutada por una pena de 30 años de cárcel. «Eso supuso, en la práctica, su muerte. Las condiciones sanitarias de las cárceles españolas eran ínfimas», comenta su nuera. Hernández falleció en 1942 en el Reformatorio de Adultos de Alicante, en donde compartió celda con el escritor Buero Vallejo.
La imposibilidad de que el acusado se defendiera durante el juicio, junto a lo «esperpéntico», según la familia, de los argumentos para su condena a muerte, son los motivos por los que se recurrirá la sentencia a través de un «recurso de revisión», en base a la Ley de Enjuiciamiento Criminal. Los herederos solicitaron a todas las Administraciones Públicas que respaldaran esta iniciativa.
Precisamente en la relación entre la familia y las citadas administraciones, ha surgido la polémica respecto al legado del poeta, consistente en fotografías, textos manuscritos, libros y pinturas entre otros. En la actualidad, todo este material se encuentra en el Archivo Municipal del Ayuntamiento de Elche, debido a un convenio que firmó la familia con el Consistorio en 2002 para su exposición y estudio.
Este tratado tenía una duración de siete años que expiró el pasado mes de julio. Lejos de poder alcanzar un acuerdo para su renovación, ambas partes mantienen posturas irreconciliables hasta la fecha. El meollo de la cuestión radica en la cantidad de dinero que el Consistorio ofrece a la familia para seguir exponiéndolo, ya que las pretensiones de los herederos han aumentado considerablemente. La Biblioteca Nacional, órgano correspondiente en estos casos, realizó una tasación de todo el material próxima a los 1,7 millones de euros. El Ayuntamiento sumó una cantidad por los objetos personales del poeta y presentó una oferta ligeramente superior a los dos millones, que la familia considera «totalmente suficiente».
No ha trascendido la cantidad que en principio han reclamado al Ayuntamiento, si bien se sabe que han reducido bastante sus pretensiones iniciales. Hasta que se llegue a alcanzar un acuerdo, el Consistorio de Elche ha presentado su programa de actos conmemorativos sin la presencia de los familiares.
La ciudad de Madrid, a dónde el poeta marchó de joven para buscar fortuna, será también a lo largo de este año el escenario de diversos actos de homenaje consagrados a la memoria de Hernández.
Diversas autoridades, entre las que se encontraban el alcalde madrileño, Alberto Ruíz-Gallardón, el presidente de la Diputación provincial de Alicante, José Joaquín Ripoll, el alcalde de Elche, Alejandro Soler, y otras autoridades de la provincia, colocaron junto a los herederos de la familia una corona de laurel en la estatua dedicada al poeta en el Parque Oeste de la capital de España. Gallardón dijo que Miguel Hernández es «patrimonio de todos».