La viuda de Cabrera Infante califica de «canallada» el concierto de Juanes en La Habana

EFE

CULTURA

Se pregunta que «quién le dio poder a Juanes o a Miguel Bosé para hablar en nombre del exilio».

26 sep 2009 . Actualizado a las 23:03 h.

Mirian Gómez, viuda del escritor Guillermo Cabrera Infante, calificó hoy de «canallada total» el reciente concierto «Paz sin fronteras» que reunió a un millón de cubanos en La Habana, y se pregunta que «quién le dio poder a Juanes o a Miguel Bosé para hablar en nombre del exilio».

«Si ellos van a Cuba en nombre de sus países respectivos, me parece bien, pero que no hablen en nombre de los demás cuando no dejaron ir a cantantes del exilio, como Gloria Estefan», decía hoy indignada, en una entrevista con Efe, Miriam Gómez, que ha acudido al «Hay Festival» de Segovia para hablar de la próxima publicación de las obras completas de su marido, fallecido en Londres en 2005.

La segunda edición del concierto «Paz sin fronteras» organizado por el cantante colombiano Juanes se realizó en La Habana con otros catorce artistas, tras causar una fuerte polémica en parte del exilio cubano en Estados Unidos, que consideró la iniciativa como un balón de oxígeno para el régimen comunista de la isla.

La viuda del autor de «Tres tristes tigres», uno de los más importantes de Cuba, no está de acuerdo con la versión que los medios de comunicación han dado sobre la actuación del exilio cubano en relación con este concierto, que reunió también en La Habana a cantantes como Víctor Manuel o Silvio Rodríguez.

Miriam Gómez está de acuerdo con cuantos en España «defienden la memoria histórica», pero «¿cómo Miguel Bosé quiere que los cubanos borremos nuestra actualidad terrible? ¿Quién les dio permiso a ellos para hablar en nombre del exilio?».

«Si Juanes va y canta por Colombia, muy bien, pero lo que nos ha ofendido es que haya pretendido ir en nombre de los cubanos», insiste Miriam Gómez, para quien el éxito del concierto se debió en parte a que llevaron a La Habana a «jóvenes comunistas de todo el país, pero prohibieron entrar a otros, y, por supuesto, a cantantes del exilio».