La muestra, formada por 43 obras, es una de las más importantes y grandes que se hayan montado sobre el pintor.
02 sep 2009 . Actualizado a las 19:32 h.La evolución artística que tuvo «El Greco» a lo largo de su carrera es el hilo argumental de una magna exposición que se inaugurará el 3 de septiembre en el Palacio de Bellas Artes de México.
La muestra «Domenikos Theotokopoulos, 1900, El Greco», conformada por 43 obras de España y México, es una de las más importantes y grandes que se hayan montado sobre este artista, nacido en 1541 en Creta, entonces perteneciente a Venecia.
Durante un recorrido para la prensa, la curadora Ana Carmen Lavín indicó que ésta «será una oportunidad para descubrir a un Greco diferente, ver obras que nunca han salido en bloque (de España) o una colección tan completa».
A través de ella, ha agregado Lavín, el público mexicano también podrá apreciar a «un Greco de la luz», en contraste con aquel concepto que por años persiguió al artista a quien se calificó de lúgubre y oscuro.
Un retrato de Fray Hortensio Félix Paravicino (1548-1625) es la pieza que abre la muestra, la cual finaliza con la serie completa del Apostolado. Además de ellas, «San Sebastián», una réplica de «El entierro del conde Orgaz», «Las lágrimas de San Pedro» y otras se exhibirán en el recinto cultural más importante de México hasta el 1 de noviembre.
Los museos españoles del Prado, Bellas Artes de Sevilla, Nacional de Arte de Cataluña y del Greco en Toledo prestaron 40 cuadros, en tanto el Museo Soumaya de Ciudad de México, propiedad del magnate Carlos Slim, facilitó tres, entre ellos el óleo «Cristo en la cruz».
El título de la muestra toma su nombre del año en que un grupo de intelectuales españoles reconoció el valor artístico de Domenikos Theotokopoulos, olvidado e infravalorado por varios siglos.
«El Greco fue despreciado por excéntrico hasta que en el siglo XX se produjo su redescubrimiento», dijo la presidenta de la Sociedad Estatal para la Acción Cultural Exterior de España (SEACEX), Charo Otegui.
En su tiempo, su talento tampoco fue reconocido ni en su patria o en Venecia, donde fue discípulo del pintor Tiziano y donde recibió el mote de «El Greco», es decir, el griego en italiano.
Con 36 años Theotokopoulos se afincó en España, donde murió en 1614 en Toledo. En 1920 el marqués de Valle Inclán fundó el Museo en su honor en lo que fue la casa de este artista, reconocido de forma mediana en su época, pero altamente cotizado en la actualidad.
De acuerdo con José Redondo, otro de los curadores, «El Greco representa una de las evoluciones más excepcionales dentro del ámbito artístico», lo que sólo se verá en esta exposición.
Otro de los aspectos que hacen única a esta colección es que «es la primera vez que sale de España y la última», ya que nunca volverá a dejar su sitio original, afirmó Charo Otegui.
«Domenikos Theotokopoulos, 1900» ha sido montada con apoyo de la española Sociedad Estatal para la Acción Cultural Exterior (SEACEX), el Instituto Nacional de Bellas Artes de México, la Agencia Española de Cooperación para el Desarrollo y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes de México.