La cinta, rodada íntegramente en Japón, se estrena el viernes en toda España con doscientas copias
26 ago 2009 . Actualizado a las 02:00 h.Para Isabel Coixet rodar una película, aunque sea en Japón, es fácil. Lo «más duro» es, dice, «esperar el test del público» en el estreno en los cines de una nueva cinta, algo que ahora aguarda con la llegada a las salas españolas, el próximo viernes, de Mapa de los sonidos de Tokio , su séptimo largometraje.
«Soy de una generación para la que lo de la taquilla no era relevante, ni se pensaba en ella. Ahora no es así, o va la gente a ver tu película o tu supervivencia como cineasta no está clara», explica Coixet en la presentación de su nueva obra, mientras confiesa que le «angustia» si su nueva película «llegará a la gente». «Todos queremos gustar o, al menos, que lo que hemos hecho sea objeto de discusión», añade esta cineasta a la que le «apasiona» que los espectadores encuentren en sus películas cosas que ella no ha visto, y para quien la suerte de sus trabajos en festivales, concursos y entre los críticos no pesa tanto como «la química entre el autor y el espectador».
Con títulos como Mi vida sin mí , La vida secreta de las palabras o Elegy , se ha consolidado como una de las firmas más personales y respetadas del cine. Precisamente el haber conseguido esa firma le hace tener más miedo. «Yo ahora tengo miedo a conformarme, a perder la curiosidad», explica.
Asegura que ha sido «la casualidad» del tipo de historias que le han ido «prendiendo» la que le ha llevado a que en su cine predomine el inglés. «A veces en otro idioma me he sentido más libre para aceptar retos», reflexiona Coixet, mientras deja claro que seguirá haciendo películas y «alguna la haré en español, probablemente la próxima». Sobre ese proyecto asegura que «algo hay», pero prefiere no comentar nada hasta que no empiece a escribirlo. Se puede apostar a que no escapará a ese mundo de almas atormentadas y melancólicas que forma parte de su cine: «la gente solitaria, la que sufre, es más interesante. Si no hay nada que te haya hecho sufrir o decepcionado, ¡vaya vida!», comenta.
En Mapa de los sonidos de Tokio, Coixet se ha fijado más en «las cosas que nos unen que en las que nos separan», entre dos personas como Ryu (Rinko Kikuchi), una trabajadora del mercado de pescado de Tokio y asesina a sueldo, y David (Sergi López), un español que tiene en la capital japonesa un comercio de vino español. «Son dos personas diferentes que, encerradas en un espacio, descubren que no hay tantas cosas que les separan». Se trata de un thriller de pasión y muerte que el viernes se estrena en toda España con 200 copias.
En el último Festival de Cannes, donde compitió la cinta, logró el premio al sonido y desde entonces la película se ha vendido en toda Europa y, por supuesto, en Japón. La directora confía en que el filme guste en Japón, donde se estrenará a finales de año: «En Cannes la mejor reacción fue de la prensa japonesa», se alienta.