Patricia Godes se suma a la tesis de Ignacio Juliá y pone en duda la globalidad de artistas como U2 o los Rolling Stones. «Pienso que importan tres pimientos fuera de EE.?UU., México, Argentina, Sudáfrica, Australia, Japón y Europa Occidental. Mientras, no contemplas a Boney M, que sigue siendo una enorme influencia en Asia, países árabes y África. Si oyes música ligera de esos países, que no es lo mismo que world music, la influencia de ellos sigue siendo patente».
Respecto a lo que no parece existir dudas es sobre Madonna. Todos la señalan como la única artista que podía mirar de igual a igual a Jacko. Según el crítico Luis Troquel, de Rockdelux, es «el vivo ejemplo de que saber valerse del talento ajeno es a veces incluso mejor que tenerlo. Mientras el rock sigue sin tener una reina indiscutible, en el pop reina indudablemente Madonna». Eso sí, advierte: «Hace mucho que no puede presumir de ir por delante. En su último disco va por detrás de Britney y hasta de Mariah Carey».
¿Y qué sucede con el monstruo U2? Lenore encuentra el quid: «No han hecho nunca nada controvertido, que pueda enfadar al gran público. Eso los descalifica como grupo de rock and roll y también explica su aceptación masiva».