Una estrella llamada Ramón Gerardo Antonio

La Voz

CULTURA

05 feb 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Ramón Gerardo Antonio Estévez. Así fue bautizado Martin Sheen en 1940 por su padre, Francisco, y su madre, una irlandesa llamada Mary Anne Phelan. Su progenitor había emigrado a Estados Unidos desde la aldea de Parderrubias -situada en el municipio pontevedrés de Salceda de Caselas- y acabó convertido en el primer eslabón de una saga cinematográfica que continuaron, con diferente éxito, sus nietos Emilio Estévez, Charlie Sheen (el único que mantiene el apellido artístico inventado por su padre), Ramón Luis Estévez y Renée Estévez.

Ramón Gerardo Antonio, más conocido ahora como Martin, no encontró un excesivo entusiasmo en su padre, Francisco, a la hora de emprender su carrera de actor. El esforzado emigrante -que antes de alcanzar el sueño americano y trabajar en las fábricas de Dayton (Ohio) había estado también en Cuba- opinaba que el saber no ocupa lugar, e intentó que su hijo iniciase una carrera universitaria. Sin embargo, Ramón, el séptimo de sus diez hijos, tenía tan claro que se iba convertir en una estrella que suspendió a propósito su examen de ingreso universitario y, a los 19 años, se plantó en Nueva York dispuesto a demostrar que el arte escénico corría por sus venas. Para este objetivo tuvo que renunciar a su nombre galaico, debido a los prejuicios que en los sesenta existían contra los actores de origen hispano. En su segundo bautizo, Ramón tomó prestado el apellido del obispo neoyorquino Fulton J. Sheen y el nombre de un agente de actores que conocía. Sin embargo, la estrella mundial conocida por Martin Sheen nunca olvidó que en una aldea del Finisterre europeo se encontraban los orígenes de Ramón Gerardo Antonio Estévez.