Del Toro presentó en Barcelona la segunda entrega sobre el Che

Efe

CULTURA

04 feb 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

El actor puertorriqueño Benicio del Toro, que el pasado domingo obtuvo un Goya por su interpretación en Che el argentino y que ayer presentó la segunda parte, Che Guerrilla , comentó que con Ernesto Guevara «solo puedes aspirar a intentar acercarte al personaje, porque nunca vas a serlo».

En una multitudinaria presentación a la prensa, Benicio del Toro confesó que, una semana antes de iniciar el rodaje, el director Steven Soderbergh le dijo en su oficina al ver su cara de pánico: «Es imposible interpretar al Che, pero podemos intentarlo».

Ese «podemos intentarlo» fue «la tabla de salvación» a la que el actor puertorriqueño se agarró para afrontar el papel más duro de su carrera.

Siete años de investigación del personaje y de preparación del proyecto han permitido a Benicio del Toro acercarse mucho más a la realidad latinoamericana y además «conocer mejor la historia de un país, de la revolución cubana, de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos».

Del Toro no sabe todavía si fue él quien escogió al personaje o el personaje lo escogió a él, pero desde un principio tuvo claro que la historia del Che debía contarse «como tantas otras historias latinoamericanas».

Precisamente, el actor considera que estas dos películas deberían tener una mayor difusión en Estados Unidos para acercar al país esa realidad latinoamericana y, aunque de momento el público está dando la espalda al proyecto, «en gran parte por la poca promoción que está teniendo la película», Del Toro se muestra esperanzado, sobre todo, después de que Sean Penn haya dicho que Che es «la gran olvidada de los premios norteamericanos».

Los españoles

En el mismo acto, al que asistieron actores españoles presentes en la segunda parte, Carlos Bardem, que interpreta en el filme a uno de los guerrilleros del Che, habló de las excelencias de participar «en un tipo de cine que no tenemos oportunidad de hacer en España y que tenía una carga emotiva adicional con la presencia de los actores cubanos». El propio Steven Soderbergh llegó a decir a los intérpretes, señaló Bardem, que formaban parte de «algo muy especial que iba más allá del cine».

Otro soldado del Che, Óscar Jaenada, habló del «duro entrenamiento militar» al que tuvieron que someterse los actores para el rodaje y subrayó que «dar vida a los personajes fue fácil porque el Che apuntaba minuciosamente las características de sus soldados».