El mundo está en crisis, pero en Berlín, donde dentro de una semana arranca la 59 edición de la Berlinale, están dispuestos a conjurarla como sea. Al menos sobre la alfombra roja de la Potsdamer Platz se agolparán estrellas como Michelle Pfeiffer, Renée Zellweger, Kate Winslet, Keanu Reeves y Demi Moore. Así lo prometió ayer el director del Festival Internacional de Cine de Berlín, Dieter Kosslick. No se echará por tanto de menos el glamur ni el contingente de películas -368 en total- propios del festival que los críticos consideran el más importante después de Cannes, mientras que la globalización y la crisis financiera sí que llegarán a la gran pantalla.
Entre el 5 y el 15 de febrero, «la realidad se vestirá de ficción», explicó Kosslick en alusión a una nueva edición de la Berlinale, que viene cargada de películas «que no son documentales pero casi». Una de esas cintas en las que se mezclan realidad y ficción es la única coproducción española que compite por el Oso de Oro, La teta asustada , de la peruana Claudia Llosa, un filme en clave de documental muy del gusto de este festival sobre la creencia andina de un extraño síndrome que afecta a las mujeres violadas durante la violencia política en Perú.
No obstante, la lluvia de estrellas viene, como siempre, de la fábrica estadounidense, con The reader , obra de Stephen Daldry, con Kate Winslet y Ralph Fiennes, aunque fuera de competición, o la coproducción made in EE. UU. In the electric mist , del francés Bertrand Tavernier.
Tradición
Fiel a la tradición de un festival que presume de político, el estadounidense Oven Moverman abordará el espinoso tema del regreso de los soldados de Irak en The messenger , mientras su compatriota Richard Loncraine mostrará My one and only .
El cine latinoamericano sigue pisando fuerte. Después del éxito cosechado el año pasado con Tropas de élite , del brasileño Jose Padilha, que mereció el máximo galardón, este año repite con el documental Garapa en la sección de Panorama. Esta Berlinale exhibirá también el trabajo del debutante argentino Adrián Biniez con su filme Gigante .
«También habrá espacio para las risas», apuntó Kosslick, y prueba de ello, la nueva versión, fuera de competición, de la Pantera Rosa , de Harald Zwart protagonizada por Steve Martin y Jean Reno. Llama la atención este año la ausencia del cine asiático, uno de los niños mimados en Berlín, solo presente con Forever enthralled, del chino Chen Kaige.
Si el Oso de Oro tradicionalmente suele estar cargado de mensaje político o social, este año no será menos, con un jurado que encabeza la británica Tilda Swinton y que integra la española Isabel Coixet, una asidua del festival, además del escritor sueco Henning Mankell, el burkinabé Gaston Kaboré, el enfant terrible de los escenarios alemanes Christoph Schlingensief, y nada menos que Alice Waters, una «gurú de la cocina», que asesora en temas de nutrición al nuevo presidente de EE, UU., Barack Obama.
Hablando de platos, el ciclo Cine Culinario desembarcará con nuevas sorpresas y dos aportaciones en español: Dieta Mediterránea , comedia del español Joaquín Oristrell y el corto chileno Lo que trae la lluvia , de Alejandro Fernández Almendras.