Juan Goytisolo, el intelectual crítico de «nacionalidad cervantina»

Efe

CULTURA

Intelectual comprometido, junto con Susan Sontag ha defendido los derechos de la mujer, los homosexuales, o las minorías.

24 nov 2008 . Actualizado a las 20:39 h.

«Anómalo como todo creador» y de nacionalidad cervantina», así se define el escritor Juan Goytisolo, que hoy recibió el Premio Nacional de las Letras por toda su trayectoria literaria, un importantísimo galardón aunque no es el premio Cervantes para el que su nombre lleva sonando durante años.

Así, el Nacional de las Letras ha recaído finalmente en uno de los escritores e intelectuales españoles más crítico e iconoclasta, practicante de la incorrección política desde que se instaló en París en 1956.

Juan Goytisolo (Barcelona, 1931) decía hace poco en una entrevista con Efe que «en la creación no hay corrección política, pasa lo mismo que con las fantasías sexuales de cada uno, que no tienen que pasar por ninguna corrección», y esta idea es la que ha vertebrado su comprometida, libre y variada obra, que va de la novela, el ensayo, las memorias y el libro de viajes.

Reconocido con premios como Europalia de Literatura, el Octavio Paz, el Juan Rulfo de Guadalajara (México), Rachid Mimumi de París a la tolerancia y a la libertad, o el Nelly-Sachs (Dortmund, Alemania, 1993) Juan Goytisolo siempre se ha lamentado «sin ninguna agresividad» de que todos los premios los había recibido fuera de España.

Y es que este autor incómodo y chinchón con la industria cultural y que siempre ha promovido el debate, es muy querido también en América Latina, y prueba de ello fueron las palabras del escritor mexicano Carlos Fuentes, quien el pasado 12 de junio recordó en Santillana del Mar que Goytisolo «para muchos de nosotros es el más grande novelista de España en estos momentos».

A su primera novela Juegos de manos, en 1954, le siguió Duelo en el paraíso, y tras ellas vendría el exilio en París, donde trabajó en la prestigiosa editorial Gallimard y donde conoció a la que sería su esposa Monique Lange, fallecida en 1996, y quien le puso en contacto con Jean Genet, una de las figuras que más influyó en el escritor.

Después, en 1962, vendría Fin de fiesta, y en 1966 una de sus obras más míticas y de mayor impacto Señas de identidad, y tras ellas Juan sin tierra, Disidencias, Makbara, Paisajes después de una batalla o su hermosa, por su confesión o «libre examen de conciencia», como él mismo dijo, Señas de identidad, donde habla abiertamente de su homosexualidad.

Su obra, que estuvo prohibida en España por la censura franquista desde 1963, comenzó apuntándose al realismo social de los cincuenta, con un pensamiento muy crítico con el sistema burgués, y siguió con el trazo de una literatura moderna y muy heterodoxa.

Juan Goytisolo ha hecho siempre una defensa del saber «no rentable», que con frecuencia «conduce al aislamiento y a la marginación», al tiempo que ha reivindicado una Transición cultural para España. «La transición política cambio el rumbo de la sociedad española, pero no ha ido acompañada de una Transición cultural», ha dicho.

Intelectual comprometido, junto con Susan Sontag ha defendido los derechos de la mujer, los homosexuales, o las minorías, Goytisolo vive en Marraquech desde hace años, y su voz siempre ha estado atenta contra cualquier atisbo de racismo, con Europa siempre ha sido muy crítico en este sentido.

La editorial Galaxia Gutenberg-Círculo de Lectores está empeñada en la publicación de sus Obras Completas. El tomo de las Novelas (1988-2003) y Autobiografías y viajes al mundo islámico ya están en la calle. Su última novela se publicó en septiembre: El exiliado de aquí y allá, publicado por la misma editorial que está encargada de sus Obras Completas.