Martínez Pereiro rescata la facecia, género literario de Borges o Casares

CULTURA

21 nov 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

«O mentireiro debería ter presente que, para ser verosímil, non precisa máis que as mentiras necesarias». Es una de las citas que aparecen en el nuevo libro de Xosé Luís Martínez Pereiro (A Coruña, 1959), A verdade como mal menor (Galaxia-Repsol). Por esta obra recibió anoche, en el Palacio de la Ópera de A Coruña, la tercera edición del premio de narrativa breve Repsol, dotado con 9.000 euros y la publicación del libro. Tal y como recordó Anxo Tarrío, portavoz del jurado, el escritor juega con el humor y la ironía, rescatando un viejo género literario, la facecia, consistente en un relato breve, en prosa, que presenta una situación o dicho irónico, paródico, gracioso y en algunos casos de cierto contenido erótico; Tarrío recordó ayer que este género era empleado en la antigüedad, luego estuvo presente en otras épocas y finalmente también lo usaron autores como Borges «e en Galicia Álvaro Cunqueiro ou Carlos Casares, por citar algún xa desaparecidos».

Martínez Pereiro mantuvo ese fino humor y esa ironía para comentar que se sentía «un pouco abraido» cuando se le colocaba al lado de dichos escritores. Previamente había indicado, tras la concesión del premio, que en esta obra de 45 minirelatos «xogo moito coa verdade e a ficción e conto cousas que o lector moitas veces pensa que é unha fantasía pero é verdade». Esto explica, al menos en parte, el juego que hace con el título de la obra A verdade como mal menor y en la misma línea estuvo el texto que leyó tras recibir el galardón, una breve intervención, «xa saben o que di o clásico castelán da brevedade e non o vou repetir», en la que jugó con esas verdades que parecen fantasías, desde un sabio de la antigüedad que escribió una obra literaria en la arena y se conserva un trozo de la misma «cunha falta de ortografía», hasta un hecho familiar ocurrido con su ahijada Nerea, de seis años, que llegó a casa contándole a su madre que le habían puesto un sobresaliente en religión «e de verdade mamá que non sei o que iso».

Todo ello levantó de nuevo las risas entre los asistentes, lo mismo que cuando Víctor F. Freixanes leyó el inicio de uno de los relatos, uno de los primeros, en los que dice: «A carne de papas e cardenais sempre alimentou de andrómenas apetitosas os pratos da cociña literaria, (....) Rechelieu mercoulle a un banqueiro de Roma un anel que, levado no segundo dedo, preservaba contra as hemorroides... E a partir de aquí o que vostedes queiran», concluyó Freixanes.

Agradecimientos

El acto de entrega, presentado por la periodista Mercedes Prado, estuvo presidido por la Secretaria Xeral de Política Lingüística, Marisol López Martínez, y al mismo asistieron el director delegado del complexo Repsol en A Coruña, Ángel Crespo Moro, el director de la editorial Galaxia, Víctor F. Freixanes, y el portavoz del jurado, Anxo Tarrío Varela.

Ángel Crespo, llegado de Cataluña hace unos meses, destacó, hablando en gallego, el apoyo de Repsol a las iniciativas culturales, recordando que antes de este premio la firma había organizado durante 18 años otro certamen de cuentos. Freixanes le agradeció a Crespo el esfuerzo «e o cariño» en el uso del gallego, un idioma que, según Marisol López, vive un buen momento; esta última recordó que la narrativa breve «é un xénero pouco recoñecido en Galicia, pero con moito arraigo nas nosas letras».