Venecia inaugura el puente de Calatrava sin ceremonias

EFE

CULTURA

La estructura suscitó polémica entre distintos sectores por su elevado coste y su estética, que consideran demasiado moderna para la ciudad.

12 sep 2008 . Actualizado a las 18:40 h.

El puente que el arquitecto español Santiago Calatrava diseñó para la ciudad de Venecia (noreste de Italia) ha quedado abierto sin ninguna ceremonia tras las polémicas que ha suscitado, ha informado hoy el Ayuntamiento.

Bautizado como «puente de la Constitución», la apertura se produjo anoche y consiguió reunir a numerosos curiosos a pesar de que el Ayuntamiento no había emitido ninguna convocatoria oficial.

«Finalmente los ciudadanos pueden conocer el cuarto puente sobre el Gran Canal de Venecia», aseguró hoy Mara Rumiz, concejala de obras públicas en un comunicado emitido por el Ayuntamiento con motivo de la apertura del puente.

Los primeros en atravesar la pasarela, que une la estación de tren de Santa Lucía con el aparcamiento de Plaza de Roma, fueron un grupo de niños seguidos por varios centenares de venecianos y turistas que se encontraban en el lugar por casualidad.

De este modo el Ayuntamiento, en manos del centroizquierda, pretendía evitar las protestas con las que amenazaron los partidos de derechas por el coste de la estructura.

El presupuesto inicial para el puente era de 7,2 millones de euros, pero finalmente su coste fue de 11,2 millones.

A las críticas de su elevado coste se sumaron las de los retrasos en la construcción, puesto que en el 2002 se había fijado un plazo de poco más de un año para finalizar la obra.

Asimismo, la estructura suscitó comentarios negativos sobre su estética, ya que para algunos es demasiado moderna para la ciudad.

«Sabemos que ha sido difícil. Ya la obra era compleja, pues era una obra de arte y una estructura funcional al mismo tiempo», añadió la concejala antes de declarar: «pero, junto a esa complejidad, lo que ha sido difícil de soportar es la ola de hostilidad».

Aunque para la concejala las protestas han sido hechas por pocas personas, se les ha dado «una atención extraordinaria, pues se ha hablado mucho más de la polémica que de la obra. Y esto es totalmente injusto».

«Espero que, ahora que se ha abierto, se pueda discutir de forma diferente», señaló Rumiz, para quien el puente de Calatrava «ha roto el tabú», porque supone un triunfo frente al inmovilismo arquitectónico de Venecia.

Rumiz dijo que, por ello, el puente tiene un extraordinario valor añadido para la ciudad, ya que hace que Venecia no esté sólo «vuelta hacia el pasado, sino también al presente y al futuro».

El puente de la Constitución es una estructura ligera y flexible que mide 94 metros de largo y un ancho que varía entre los 5,58 metros y los 9,38.

Aunque el puente está terminado y abierto al público, todavía falta por colocar una plataforma cubierta para permitir el acceso a las personas con movilidad reducida, cuya instalación está prevista para noviembre.