Gamoneda ya tiene listas sus memorias

efe

CULTURA

Un armario lleno de sombra podría estar listo en «quince días», si bien no será publicado hasta dentro de «seis o siete meses», según ha reconocido el poeta.

21 jun 2008 . Actualizado a las 13:20 h.

Un armario lleno de sombra, las memorias del poeta Antonio Gamoneda, podría estar listo en «quince días», aunque hasta dentro de «seis o siete meses» no se publicará, según ha desvelado su autor, que pretende en ese periodo «hacer una última relectura con perspectiva de tiempo suficiente».

Así lo ha anunciado el escritor en una entrevista organizada por la Agencia Efe, en la que también han participado TVE y RNE y a la que han asistido el literato Andrés Sorel, secretario general de la Asociación de Escritores de España, y Jose Enrique Martínez, catedrático de Literatura de la Universidad de León.

Durante el encuentro, Gamoneda ha abordado diversos temas: desde el ser de la poesía y la creación literaria hasta su último trabajo, donde describe sus recuerdos en León desde 1936, cuando cumplió los cinco años, hasta 1945.

El escritor ha rememorado su infancia marcada por una represión, que él mismo presenció en primera persona desde detrás de los barrotes del balcón de su casa, paso obligado de cientos de prisioneros que desfilaban encadenados rumbo a la cárcel de San Marcos, reconvertida hoy en un Parador Nacional.

León fue una de esas ciudades «privilegiadas» en la que no hubo contienda, pero sí represión, y ésta última es la que ha marcado prácticamente toda la obra de Gamoneda, que, a sus 77 años, sigue haciendo «poesía» desde un «sufrimiento real».

A su juicio, no hay una poesía «exclusivamente vitalista», ya que ésta, «quiera o no el poeta, es el relato de cómo avanza hacia la muerte: puede avanzar pasándolo muy bien y decirlo, pero sigue siendo la narración de cómo camina hacia ella».

Sus poemas precisamente le «han servido de notas» para escribir sus memorias, cuyo origen y título se relacionan con el olor que percibió al abrir el armario de su madre, varios años después de que ésta muriera. «El olor de mi madre viva», dice.

Esta obra revela una etapa desconocida de la biografía del autor y rememora el sufrimiento de los presos encadenados, el «fenómeno más terrible» de entonces, por encima incluso de la propia represión, ya que «mayores y niños» llegaron a asimilar la «tragedia y la crueldad» con una «especie de normalidad».

Si su creación literaria ha estado marcada por sus recuerdos, sus proyectos actuales están dificultados por compromisos derivados del premio Cervantes 2006, que le impiden trabajar con «sosiego».

Escribe «poco», explica, y lo que puede lo hace mientras está en aeropuertos y trenes.

La elección del Premio Cervantes 2007, que recayó en el argentino Juan Gelman, de quien afirma: «ese sí que es un tío de verdad en todos los sentidos», no le ha restado actividad a Gamoneda.

«Gelman está en América y la zona europea no me la quita», manifiesta. «Y por si fuera poco», añade, los próximos meses de octubre y noviembre tiene en proyecto viajar a México, Costa Rica, Perú, Bogotá, Argentina, Chile y Miami, si bien ésta última ciudad, si puede, la evitará.

Reconoce que no le gusta viajar a EE.UU, entre otros motivos, porque el trato que ha recibido en el control de los aeropuertos «ha sido vejatorio».

Para Gamoneda, asturiano de nacimiento, pero afincado en León desde sus primeros años de vida, el contexto actual tampoco pasa desapercibido, ya que con «independencia de la famosa crisis», percibe que existe «un auténtico vacío ideológico en todos los sentidos», un hueco que ha sido sustituido por los «afanes consumistas».

«Si la Dictadura tuviera algo parecido a una »ventaja« es que se sabía contra quien se estaba», algo que contrasta con la actualidad, en la que «saber contra quien se está es difícil». Ahora el «poder económico» es el que hace que la democracia sea de una o de otra manera, ha concluido.