«En España aún tenemos que desprendernos de complejos»

César Wonenburger

CULTURA

El cantante coruñés triunfa estos días en el Teatro de la Ópera de Graaz con «Lucia di Lamermoor»

24 may 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Acaba de regresar de Oviedo, donde la semana pasada triunfó con Luisa Fernanda , en el montaje que Emilio Sagi concibió para el Teatro Real, junto a Josep Bros y Mariola Cantarero, y se dispone ya a volver a las funciones de Lucia di Lamermoor en Graaz, que lleva cantando desde principios de año. Después tendrá que retornar a Valencia, donde la temporada pasada interpretó Cyrano de Bergerac con Plácido Domingo, para protagonizar un nuevo y divertido montaje de La corte de faraón al lado de la almodovariana Rossy de Palma. Con la agenda repleta, no deja de añorar su ciudad, A Coruña: «Cada vez que vuelvo, tengo menos ganas de marcharme; conservo muy gratos recuerdos de la infancia en la casa de mi abuela, de la ronda de Nelle».

-Proviniendo de una conocida familia de arquitectos gallegos, los Franco Taboada, ¿cómo le dio a usted por cantar ópera?

-No creas, yo mismo he pensado muchas veces en ser arquitecto? Pero casi por casualidad, me encontré con la lírica. Quería estudiar un poco de música y canto, pero nunca pensé en la ópera porque eso eran palabras mayores. Fue mi profesora de canto la que me convenció de que debía estudiar en serio.

-En Italia, donde usted vive, los teatros siempre suelen preferir a los cantantes de ese país; mientras, en España, suele ocurrir lo contrario: son los italianos quienes tienen más oportunidades. Después de los ejemplos de Kraus, Caballé, Domingo, Berganza o Gulín, ¿por qué cree que sigue costando tanto aceptarles?

-Aquí uno de los deportes nacionales es quejarnos de lo que tenemos creyendo que cualquier cosa que venga de fuera siempre será mejor, y no nos damos cuenta de cuánto nos envidian en el resto de Europa. Los italianos se saben vender muy bien, y en España tenemos que desprendernos todavía de un par de complejos sin fundamento.

-Acaba de cantar «Luisa Fernanda» en Oviedo con Emilio Sagi, junto al que volverá a protagonizar «La Bohéme», en julio, en el Festival de Peralada. Sagi habla auténticas maravillas de usted. ¿Cómo surgió ese «flechazo»?

-El flechazo ha sido mutuo, es un gran director de escena muy valorado en todo el mundo, además de una gran persona. Con él se trabaja muy a gusto, como con muy pocos.

-En la prestigiosa temporada de los Amigos de la Ópera de Oviedo, el próximo año, coincidirán dos barítonos coruñeses: Borja Quiza , que cantará «El Barbero de Sevilla» y usted, con «Un ballo in maschera» de Verdi. ¿Qué le parece la coincidencia?

-Pues no lo sabía y me encanta la idea de que dos barítonos coruñeses intervengan en la misma temporada asumiendo, además, roles principales y de mucho peso, como son Figaro y Renato.

-Llevas casi todo este año cantando funciones de «Lucia di Lamermoor» en Graaz, una de las principales plazas austriacas. ¿Qué diferencias observa entre la manera de entender la ópera allí con respecto a España?

-Tienen un concepto muy diferente. En Austria los teatros hacen casi una producción diferente cada día, lo que les permite ofrecer muchos títulos distintos. Para hacer algo así hacen falta no solo una orquesta y un coro dedicados al teatro, sino una larga lista de solistas fijos y una enorme cantidad de personal técnico. Pero sobre todo una enorme afición del público que permita tener el teatro lleno hasta la bandera casi todos los días. Esto se consigue ofreciendo una gran calidad, cuando un espectáculo no llena el teatro es retirado sin piedad.

-Ha cantado con Plácido Domingo en un par de ocasiones, que acaba de ser elegido el mejor tenor de la historia. ¿Qué es lo que más le ha llamado la atención de este artista en el trabajo?

-Trabajar con Domingo ha sido una gran escuela. El respeto que tiene hacia sus compañeros es total, nunca duda en echarte una mano. Si le pides que te escuche está siempre disponible. Recuerdo que cuando hice "La Dama de Picas" en el Teatro Real le pedí una audición y me acompañó él mismo al piano. Se merece todos los honores.

-Dentro de unos días se cumplen 70 años de la muerte del gran tenor Miguel Fleta en A Coruña, ¿cuáles son tus referencias entre los cantantes históricos?

-Fleta, ¡qué maravilla!... Me quedo con el color único e irrepetible de Bastianini , la línea de canto de Carlo Tagliabue, la inteligencia de Gino Bechi, el grandioso Rigoletto de Riccardo Stracciari; Mario Basiola, Piero Cappuccilli y otros...