El CGAC reúne la obra de Macchi, artista que juega con lo cotidiano

Camilo Franco

CULTURA

Esta primera retrospectiva del autor argentino ha sido organizada para ?la Bienal Mercosur

09 may 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Manipulando los materiales de todos los días, Jorge Macchi (Buenos Aires, 1963) se propone descubrir lo que se esconde debajo de lo obvio. El Centro Galego de Arte Contemporánea inauguró ayer una muestra que repasa los últimos 15 años de trabajo de este artista argentino que juega con lo cotidiano y con lo azaroso.

Anatomía da melancolía es el título de una exposición que, por primera vez, reúne obras de Macchi para que sean vistas en conjunto y para que, según el comisario de la muestra, se pueda percibir lo que tienen en común. El comisario, Gabriel Pérez-Barreiro, aseguró que el título de la muestra reflejaba la intención de la obra de Macchi: «Aplicar un análisis científico a cosas que son o parecen aleatorias».

Para Jorge Macchi, la exposición que se inauguró en la tarde de ayer en el CGAC es más «monográfica que retrospectiva», considerando que «hay piezas que están colocadas siguiendo su relación argumental más que su relación cronológica».

Manuel Olveira, director del CGAC, señaló que la obra de Macchi está muy metida en los códigos contemporáneos y que quizá resulten engañosos para el espectador los pequeños tamaños o la utilización de materiales que todo el mundo puede encontrar, pero, según explicó el director, esta obra tiene «unha profundidade que explica a natureza accidental da existencia».

Anatomía da melancolía tiene su origen en la exposición realizada para la Bienal Mercosur, también comisariada por Pérez-Barreiro, y se ha adaptado a los espacios del CGAC. La muestra está divida en dos espacios. El primero es la planta sótano del centro, en la que se exhiben las piezas de menor formato, los trabajos sobre cartografía urbana y una parte de audiovisuales.

La segunda parte de esta exposición se montó en la iglesia de Bonaval, con lo que, según Olveira, las piezas tienen un «plus de iconicidade». En la iglesia dominan dos audiovisuales sobre el principio y el fin de las historias aprovechando imágenes cinematográficas.

Para Macchi, uno de los cometidos de su trabajo es «identificar lo que ocurre por debajo de la superficie». En esa misma circunstancia coincidieron tanto el director del centro como el comisario de la muestra al explicar que en el mundo actual domina «una visión binaria». Según Pérez-Barreiro, «una visión simple de lo bueno-bueno y lo malo-malo». Para el comisario, es cometido del artista y una de las virtudes de Jorge Macchi «superar esa visión y ofrecer una más compleja y que se corresponda con realidad menos superficial». Olveira explicó en la presentación de la exposición que, mientras que en la sociedad la tendencia es «simplificar as mensaxes, a obra de Macchi complexiza os argumentos».

En el mismo sentido de metáfora binaria, Pérez-Barreiro explicó que la obra del argentino significaba una tercera vía, una contraposición entre contrarios que, según la experiencia de la obra del artista, «no lo eran tanto». El comisario explicó que la obra de Macchi «tiene aspecto de ser mínimal, pero sus argumentos son emotivos y esa aparente contradicción es uno de los principales argumentos de trabajo del artista». La exposición permanecerá en el CGAC hasta el próximo 13 de julio.