«El primer instrumento que aprendí a tocar fue la gaita»

Rubén Ventureira

CULTURA

Acaba de publicar un disco de tributo a Jobim. «El deber de un artista es ser la voz de los que no pueden hablar», sostiene

03 abr 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Palabra de Caetano Veloso: «La voz de Milton Nascimento es el instrumento más bonito que he escuchado». Se escucha esa voz al otro lado del hilo telefónico, desde Brasil. Esta leyenda de la bossa nova actuará en A Coruña (Coliseo) por primera vez el 25 de abril. Admirado también por otros músicos reputados como Vinicius de Moraes, Miles Davis o Björk, Milton Nascimento (Río de Janeiro, 1942) presentará Novas Bossas , el disco en el que rinde tributo a Antonio Carlos Jobim. Lo acompaña en esta aventura sonora Jobim Trio, integrado por Paulo Jobim, Daniel Jobim y Paulo Braga, respectivamente hijo, nieto y baterista del fallecido autor de A garota de Ipanema .

-Con este disco se estrena su discográfica, Nascimento Música. ¿No tiene quien lo edite?

-No tengo quien edite músicas que he hecho para películas, para danza, para ballet... Lo he intentado y nunca les ha interesado esa faceta mía, así que en este sello propio lo podré hacer.

-Usted se crió en un ambiente musical. Su madre cantaba en un coro. Su padre controlaba una emisora de radio local en la que usted pinchaba...

-En la ciudad en la que me crié, Tres Puntas, la música forma parte de la vida cotidiana. Es importantísima. Le diría que da órdenes a las personas [risas]. Mi familia era de las más volcadas con la música, y crecí escuchándola desde niño.

-¿Recuerda cuál fue el primer instrumento que tocó?

-El primero que aprendí a tocar fue la gaita. Era muy niño. Me regalaron una y la tocaba constantemente en un balcón de casa.

-Es el instrumento nacional de Galicia. Un famoso gaiteiro, Carlos Núñez, me contó que hubo un papa que lo quiso prohibir...

-La toco desde niño y no le veo ningún tipo de peligro.

-Ese Santo Padre decía que despertaba «sensaciones voluptuosas»...

-¡Esas sensaciones son muy buenas! De las que hay que sentir en la vida.

-¿Es la voz su instrumento favorito?

-Si tengo que quedarme con unos instrumentos, digo voz, piano, contrabajo y guitarra.

-Cuando Lula llegó a la presidencia del Gobierno en el que figura su amigo Gilberto Gil, dijo que soñaba con que todos los brasileños se alimentasen tres veces al día. ¿Cómo va el país?

-No me gusta hablar de una cosa negativa de mi país para otros países. Lo que pasa aquí ocurre en otros países, desgraciadamente. Pero le diré que yo utilizo mi voz como alerta.

-¿De qué alerta?

-El deber de un artista es ser la voz de los que no pueden hablar. La persona que no tiene micrófono habla a través de mi voz para que la escuchen en todo el mundo.

-Caetano Veloso se exilió durante la dictadura militar que hubo en su país. Usted decidió permanecer en Brasil. ¿Por qué?

-En ese período preferí arriesgarme a morir que irme de mi país. Trabajé mucho con los estudiantes, que entonces estaban haciendo cosas interesantes. Fue muy duro para los que se fueron, pero también para los que nos quedamos. Me censuraron las letras del disco El milagro de los peces (1973). Lo grabé igual, pero sin palabras, usando la voz como un instrumento más.

-Lo presentan como el embajador de la «bossa nova». ¿Un orgullo o una responsabilidad?

-Las dos cosas. Es un gran orgullo y una enorme responsabilidad. Pero lo más importante es abrir mentes con la música.

-¿Cómo surgió este homenaje, consistente en disco y gira, al fundador de la «bossa nova»?

- El año pasado, en un homenaje a Tom, coincidí con el Jobim Trío. El maestro siempre decía que yo era el mejor intérprete de sus canciones y, antes de morir, habló con su hijo y le dijo que sería bonito que se siguiese tocando su música. Estamos empezando a cumplir ese deseo.

-¿Hará más discos con repertorio de Jobim?

- Los habrá, no sé cuántos, pero los habrá.

-Participó como actor en «Fitzcarraldo», la famosa película de Werner Herzog. ¿Cómo recuerda aquello?

-Fue una experiencia muy importante en mi vida. Se rodó en el Amazonas, con gente como Claudia Cardinale o Klaus Kinski. La película me gustó, me gustó todo lo que rodeó a Fitzcarraldo menos Klaus Kinski [risas].

-Era rebelde, ¿no?

- Lo era.

-En los últimos años han venido por Galicia Caetano Veloso, Gilberto Gil, usted... ¿Hay renovación en la música brasileña?

-Yo apoyaré desde mi compañía a los nuevos talentos, que los hay. Voy a publicar un disco de Marina Machado, que es una cantante que estuvo conmigo de gira. En Galicia, por ejemplo, la pudieron escuchar varias veces. Pero hay muchos más. Suelo ir bastante a la ciudad en la que me críe, Tres Puntas, que está a 600 kilómetros de Río de Janeiro. Es muy pequeña, pero siempre que voy por allí conozco a muchísimos buenos músicos.

-¿Ha tenido contacto con la comunidad gallega en Brasil, tan numerosa?

-Me consta que hay muchos gallegos en Brasil, pero no he tenido la oportunidad de relacionarme con la comunidad gallega.