Treinta canciones para recordar a la más grande

CULTURA

29 mar 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

«¿Que por qué en A Toxa? ¿Y por qué no?». Así, al más puro estilo gallego, contestaba Nacho Artime a la pregunta de por qué había elegido la isla de O Grove para el estreno de su musical Rocío no habita en el olvido. Pero a estas alturas -el espectáculo se somete al ojo del público esta misma noche- las razones por las que se eligió el Gran Hotel para la premier ya son lo de menos. Lo que realmente importa es que todo esté listo para cuando el telón se alce y Rocío, la más grande, vuelva al escenario envuelta en la generosa voz de Eva Diago.

«Que nadie se piense que esto es un calco, una simple imitación de Rocío», advertía ayer la mujer que esta noche, durante hora y media, se meterá en el traje y la piel de la gran maestra de la copla.

De su boca saldrán treinta canciones: muchas de las que hicieron famosa a la chipionera, y muchas que «creemos que a ella le hubiera gustado cantar». Y es que Rocío no habita en el olvido no pretende ser una biografía: más bien un tantear respetuoso y amable de una artista de las de la vieja escuela. Una mujer que vio acercarse el final de su vida y que, aún así supo mantenerse en pie. «Tenía una personalidad arrolladora. Se había hecho a sí misma, y eso se nota en cada uno de sus gestos», sentencia Eva Diago. Y sabe de lo que habla. No solo porque lleva meses preparando su papel, sino porque vivió en Chipiona, porque conoció a la Jurado en persona, y porque su madre «era la fan número uno de Rocío». «Ponía su música a todas horas y yo empecé a cantar con el Marinero de luces. Quien sabe. Si no fuese por eso a lo mejor ni siquiera estaba cantando ahora», dice.

A Eva, como a la Jurado, la música se le escapa de la boca cuando menos se la espera.

Su voz es potente y amplia, y sus compañeros aseguran que, cuando está sobre el escenario, «parece que Rocío está a su lado». Y puede ser que lo esté: dice el director de la pieza, Juan Polanco, que en el montaje «hay mucho amor hacia el personaje». Y el amor es capaz de lograr milagros.

Huir del morbo

Quienes no estarán esta noche en el Gran Hotel de A Toxa serán los familiares de Rocío Jurado. Todos ellos saben que la obra se estrena, saben de su contenido, y están encantados. Básicamente, porque en el libreto no se ha dejado espacio al morbo, ni al cotilleo, ni a las vísceras abiertas y expuestas. «Queríamos hablar de la artista. Optamos por hacer una obra de teatro, no por hacer un repaso por el ¡Hola! y el Semana», explicaba el director musical de la obra, César Belda.