Ni viviendo dos vidas Plácido Domingo podría cantar todo lo que le gustaría, y prueba de ello es que debuta como Bajazet en la ópera Tamerlano de Händel, el papel número 127 de su carrera, poco antes del lanzamiento de su último disco, Pasión española , dedicado a la copla. En su camerino del Teatro Real, coliseo de donde dice que apenas ha salido desde que llegó a principios de mes a su querida ciudad natal, Madrid, Plácido Domingo habla de estos proyectos, entre los ensayos para el estreno de Tamerlano el próximo 26 de marzo . «Siempre he dicho que con esa curiosidad mía y todas las obras que hay, necesitaría vivir dos vidas y, aun así, no podría cantar todo lo que quiero», comenta el tenor, director de orquesta y gestor musical.
«Admiro a Miguel de Molina, Imperio Argentina, Juanita Reina..., todos esos intérpretes increíbles de copla que yo siempre canturreaba. Puede que haya una generación o dos que no los han oído, pero que pueden volver a sentir este género», explica el madrileño, que ha grabado este disco con la Orquesta de la Comunidad de Madrid.