Madrid y Valencia muestran la obra de Otto Dix y Jean Tinguely

Mila Trenas

CULTURA

12 mar 2008 . Actualizado a las 02:01 h.

El Thyssen madrileño y el IVAM valenciano acogen la obra de dos creadores muy influyentes en el panorama artístico del siglo XX: Otto Dix y Jean Tinguely.

La vinculación de Otto Dix con los grandes maestros, su interés en reflejar la verdad que le llevó a convertirse en uno de los principales representantes de la Nueva Objetividad y la relación de su pintura con la fotografía se reflejan en la exposición Otto Dix. Retrato de Hugo Erfurth. Técnicas y secretos . Perteneciente a la muestra número 21 de la serie Contextos de la Colección Permanente del Museo Thyssen-Bornemisza, en la que a través de una exposición monográfica se profundiza e ilustra el contexto en el que fue creada, la muestra gira en torno a la obra Hugo Erfurth con perro , realizada en 1926.

Otto Dix (1891-1969) es uno de los artistas alemanes más importantes del siglo XX que en su obra reflejó las contradicciones de la sociedad de la época. Integrado en todas las etapas del siglo de los ismos , fue realista, expresionista, dadaísta, pero sobre todo uno de los realistas más críticos de la época, que decidió quedarse en las relaciones reales de los seres humanos en vez de entrar en grandes abstracciones.

La exposición que ayer se abrió al público pretende estudiar ese estilo realista de Dix y analizar la relación del pintor con su amigo Hugo Erfurth, afamado fotógrafo de retratos y, a través de ella, profundizar en un capítulo fundamental del debate artístico de esos años: la equiparación de la pintura y la fotografía. «Era un encuentro predeterminado, el de la fotografía y la Nueva Objetividad. Pintura y fotografía caminan en busca de la misma verdad, pero por caminos distintos y hasta opuestos. La coincidencia con la fotografía en Dix se produce en el resultado, en el que la mano del pintor brilla por su ausencia porque la propia mano ha borrado sus huellas», comentó Guillermo Solana, conservador jefe del museo.

Por otra parte, la visión irónica sobre el mundo industrial que marcó la vida y obra del escultor suizo Jean Tinguely llega por primera vez a España con una retrospectiva del artista en solitario que recoge treinta obras de arte elaboradas a partir de materiales innobles y reciclados. Los comisarios de la exposición, Andrés Pardey y Klaus Littman, se han mostrado «muy satisfechos» de que la obra de Tinguely, que permanecerá en el Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM) hasta el 8 de junio, llegue por fin a España y, concretamente, a la ciudad de Valencia, donde el artista suizo disfrutó de las Fallas en 1990, un año antes de fallecer. Jean Tinguely. Retrospectiva reúne 172 obras del escultor suizo, maestro del arte cinético, en una muestra que recoge 30 esculturas, 105 obras sobre papel, entre dibujos y bocetos, diez retratos en blanco y negro y dos documentos cinematográficos.

Hierro y alambres

El hierro y los alambres se unen con el cartón, el papel, el plástico y todo tipo de objetos reciclados en extravagantes máquinas escultóricas que no tienen otra función más allá de la estética y con las que el autor pretende ironizar sobre el mundo industrial hegemónico en los años en que desarrolló su obra, desde mediados de los cincuenta hasta principios de los noventa. Sus esculturas reflejan la convicción del autor de que el arte no solo se puede realizar con materiales nobles como el bronce y elevan a esta categoría objetos convencionales como taladradoras, plumeros, tubos de plástico y todas las formas que pueda adquirir el hierro y las que Tinguely quiso dar.