Madonna se adueña de la Berlinale

Colpisa

CULTURA

La cantante se transforma en el acontecimiento mediático más importante de la presente edición del festival.

13 feb 2008 . Actualizado a las 23:32 h.

Madonna escribió este miércoles una inédita página en la historia de la Berlínale. La cantante, que este verano cumple 50 años, literalmente se apropió del festival y gracias a su presencia, el mundo periodístico y el público se olvidó que existe una competición oficial y nadie quiso perder la oportunidad de ver de cerca a la reina del Pop, que llegó a la capital alemana para presentar su ópera prima como directora de cine, la cinta «Filth and Wisdom» (Basura y sabiduría)

Aunque la cantante no aspira a ganar un Oso de Oro con su película (fue presentada en el marco de la sección Panorama), su presencia en la Berlinale se transformó en el suceso mediático más importante del Festival. Por primera vez se prohibió la asistencia de fotógrafos a la rueda de prensa y solo un grupo limitado de camarógrafos fue autorizado a filmar a la diva.

El pase para la prensa de la cinta casi provocó una tragedia entre unos 300 periodistas que no pudieron ingresar a la sala, que solo tenía capacidad para 350 espectadores. El drama fue peor en el centro de prensa de la Berlinale, donde una multitud de periodistas esperaron durante más de una hora para ingresar a la sal. Hubo gritos, insultos, golpes cuando la puerta se cerró.

La espera valió la pena. La cantante, vestida con traje negro casi transparente recibió una ovación cuando ingresó a la sala, un gesto que le hizo olvidar el don de diva y la convirtió en una simpática estrella del mundo del espectáculo, que no tuvo problemas para confesar que hace 30 años, le felicidad era tener algo que echarse a la boca y tener un techo donde vivir en Nueva York.

Nuevo desafío

«Ahora la felicidad significa agradecimiento para lo que me ha regalado la vida», dijo Madonna, quien evitó explicar las razones que la movieron a buscar un nuevo desafío en su vida, esta vez como directora de cine. «A pesar de mis éxitos materiales en los últimos 25 años me sigo sintiendo como los personajes de la película. Lucho por encontrar mi camino y para no dejarme engañar por las ilusiones, por eso oscilo siempre entre la luz y la sombra».

Madonna, es cierto, le dio un toque mágico al festival, pero la sorpresa no fue su presencia -«estoy aquí como directora de cine», dijo-, ni la locura mediática que desató, sino la presentación de su película. Casi todo el mundo esperaba un nuevo fracaso de la cantante en su más reciente incursión cinematográfica.

Pero no. Filth and Wisdom, aunque no es una buena película, ni tampoco dejará una huella indeleble en la historia del cine, resultó ser una cinta que no aburre, quizás, gracias a una sabia decisión de la cantante, que optó por ubicarse detrás de la cámara y no actuar en su propia película.

Algo raro también en el mundo del espectáculo, Madonna tuvo la generosidad de rodar un film de promoción para Eugene Hütz, un joven músico ucraniano, que ha tenido éxito con su grupo Mogol Bordello, una especie de orquesta punk de rock.

El narrador de la película es Andrly, interpretado por el propio Hütz, un inmigrante ucraniano, un filosofo sin estudios, poeta y una gran autoridad sobre las cosas buenas y malas de la vida, que sueña con una carrera musical, pero como no puede vivir de su arte incomprendido, debe dedicarse a satisfacer los sueños eróticos de sus clientes masoquistas y en las horas libres hace las compras para un escritor ciego.

Andrly comparte su vivienda con dos hermosas jóvenes poco airosas y que suela con una gran carrera. Juliette (Vicky McClure) trabaja en una farmacia, roba medicamentos y su sueño en la vida es ayudar a los pobres en Africa. Holly (Holly Weston), en cambio, quiere convertirse en una bailarina de ballet, pero mientras llega la gran oportunidad, debe ganarse la vida como bailarina de striptease en un cabaret, donde tiene éxito al cautivar al público vestida con un uniforme de escolar.

Algunas escenas son cómicas y otras muestran la otra cara de los seres humanos, como los masoquistas que de dejan castigar por el filósofo y músico frustrado. Pero la película tiene un final feliz y todos los personajes ven cumplidos sus sueños.