El documental de las torturas en la cárcel de Abu Ghraib compite por el Oso de Oro

Úrsula Moreno

CULTURA

13 feb 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

No pudo ser más variado el ecuador de la Berlinale. En las antípodas de la comedia Happy-Go-Lucky, del británico Mike Leigh, una bocanada de aire fresco que se agradece entre tantas historias de pederastas y violencia callejera, desembarcaba ayer Standard Operating Procedure, el documental en que el estadounidense Errol Morris aborda la tortura de presos en la cárcel iraquí de Abu Ghraib.

El ganador de un Oscar por The Fog of War entrevista a los soldados estadounidenses que sacaron aquellas fotos, así como a algunos responsables de la Administración estadounidense, «no con el fin de que estos se arrepientan», explicó ayer, sino «para que se sepa que ninguno de los altos mandos asumió responsabilidades». Una conclusión a la que pudieron llegar quienes se quedaron durante las dos horas que dura SOP, en las que Morris intercala las entrevistas con efectos que para muchos están fuera de lugar. Poco tiene en común con el documental de Neil Young, CSNY-déjà vu. Ha quedado claro que el documental está en boga. Hoy, Madonna contará qué la llevó a probar suerte en este terrenocon Filth and Wisdom, el retrato de una banda musical ucraniana.