La película alemana de Dories Dörries ha sido la gran sorpresa del festival.
11 feb 2008 . Actualizado a las 22:52 h.El cine alemán puede respirar tranquilo. Desde ayer la Berlinale tiene una nueva favorita para disputarle el Oso de Oro a la cinta «Pozos de ambición», considerada hasta la fecha como la mejor película del festival. La sorpresa la dio esta vez Dories Dörries, una directora alemana de 52 años, quien logró conmover al público con su melancólico y emotivo relato sobre el amor, la vida y la muerte: Kirschblüten.
Los jurados del festival también tendrán que tomar en cuenta, a la hora de repartir los premios, a la cinta del director brasileño, José Padilha, que hoy presentó «Tropa de Elite», un relato furioso y agobiante sobre las actividades de un grupo de élite, la BOPE, y la lacerante corrupción que reina en el seno de la Policía de Río de Janeiro.
Dos buenas películas que elevaron la calidad de la competición y que dejaran huella en el festival por razones tan contradictorias como es el tema central de ambas. «Kirschblüten» es un canto al amor y un viaje poético al interior del ser humano, mientras que «Tropa de Elite» se basa en hechos reales para ofrecer un grandioso fresco de la miseria de las favelas, la brutalidad de la BOPE y la violencia que reina en la capital del carnaval más famoso del mundo.
Kirschblüten cuenta la rutina de Trudi y de su esposo Rudi.
Ambos viven en pueblo bávaro y nada parece poder romper la monotonía de la pareja hasta que Trudi se entera por los médicos de que su esposo se encuentra en fase terminal. La mujer decide guardar silencio y convence a su marido para visitar a dos de sus hijos que viven en Berlín.
Muerte imprevista
Durante una breve visita al mar Báltico, Trudi muere de forma imprevista. Rudi, solo y sin poder superar la muerte de su amada Trudi, decide visitar a su hijo en Tokio. Durante un paseo, conoce, en un parque sembrado por las flores del cerezo, a una joven bailarina, que acaba de perder a su madre. Es el comienzo de una hermosa amistad y la joven le enseña a Rudi los secretos de su danza y le confiesa que aun siente a su madre en su interior y que solo baila para ella.
Gracias a la joven, el solitario Rudi vuelve a sonreír y logra reencontrarse con Trudi mientras baila a los pies de la montaña más famosa de Japón.
La cinta fue recibida con un espontáneo aplauso y la critica ovacionó con justeza a los dos actores principales, Elmar Wesper y a Hannelore Elsner, una de las grandes damas del cine alemán.
Así como la cinta de 'Dories Dörries' logró emocionar al publico, «Tropa de Elite» tuvo éxito en impactar a la Berlinale, gracias a su furioso relato que muestra la guerra en las favelas.
La cinta de Padilha llego a Berlín precedida de un éxito inédito en Brasil y de una amarga controversia a causa de la brutalidad que ejercen los miembros de la Bope, que no vacilan en torturar a mujeres y jóvenes para combatir la delincuencia en las favelas.
Antes de que la película llegara a los cines, cerca de 11,5 millones de personas, incluida la Policía de Río, tuvo ocasión de ver una copia pirata. «Es un hecho sin precedentes que perjudica la producción, pero que refleja hasta que punto la gente tenía interés en verla», dijo el director. «En Brasil tenemos una Policía corrupta, que asesina y extorsiona y a la que el pueblo odia».
«Tropa de Elite» tiene un ritmo que agobia, tanto por la violencia que muestra con sus imágenes, como por la vertiginosa secuencia de sus escenas. La película está ambientada en 1997 en vísperas de una nueva visita del Papa a Río y cuenta los preparativos de una «operación limpieza» en una favela que visitará el Pontífice.