Picasso luce en el museo Reina Sofía su obra más querida

Rubén Ventureira

CULTURA

El Ministerio de Cultura paga 3,5 millones de euros por el alquiler de un conjunto de obras valorado en 2.000

05 feb 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Picasso desembarca en Madrid con su obra más preciada, aquella que custodió en sus talleres durante toda su vida. Tras confrontar en el 2006 parte de sus piezas célebres con las de los maestros del Prado (como había soñado en vida), el republicano muestra ahora gran parte de su producción más querida en un museo con nombre de reina, en el templo del arte contemporáneo español, que es el lugar natural del creador que marcó el siglo XX.

La exposición Picasso, la colección del Museo Nacional Picasso de París, que se inaugura hoy y se clausurará el 5 de mayo, es «el manifiesto pictórico de Picasso, reúne los picassos de Picasso, su idea de lo que el arte debe ser», analizó ayer Manuel Borja-Villel, director del Reina Sofía, en la rueda de prensa de presentación.

La inmensa mayoría de los fondos proceden del Museo Picasso de París, que custodia más de 5.000 obras del malagueño. «Es la colección pública más completa reunida nunca, pues abarca todos los períodos del artista», detalló Anne Baldassari, directora del centro francés y comisaria de la exposición. El recinto galo ha emprendido un proceso de mejora y ampliación de sus instalaciones que supondrá su cierre temporal entre enero del 2009 y otoño del 2010. El Ministerio de Cultura español ha aprovechado este contexto de reforma para traer el Museo Picasso de París a Madrid. Bueno, parte de él. En concreto, 403 obras: 250 pinturas (dos de ellas coruñesas), 174 dibujos, 70 esculturas, 9 cerámicas y 20 fotos. Baldassari aclaró que no es lo mismo verlas allá que aquí: «Se trata de una experiencia diferente. En París tenemos 2.500 metros cuadrados. En Madrid, 4.000».

La comisaria destacó la labor del ministro de Cultura, el coruñés César Antonio Molina, en la organización de esta muestra, y aprovechó la ocasión para anunciar en público que está en proyecto una exposición sobre la obra coruñesa del artista en el año 2009, que se celebrará en la ciudad herculina.

En la rueda de prensa solo se formularon cuatro preguntas, y tres dejaron patidifusos a Borja-Villel y Baldassari. Un periodista calificó de «desorbitado» el alquiler abonado por Cultura, que asciende a 3,5 millones. La comisaria replicó que es la primera vez que cobran por ceder obras, pero obedece a la necesidad de pagar la mejora del museo parisino. Y matizó: «¿Caro? 3,5 millones vale un dibujo de Picasso. Las obras aquí reunidas suman un capital de 2.000 millones. Como ha dicho Manuel [Borja-Villel], es un regalo». Otras selecciones de fondos del centro parisiense viajarán con posterioridad a los Emiratos Árabes Unidos, Japón, Canadá, Estados Unidos, Finlandia, Rusia y Australia. Esta continuada cesión de fondos fue calificada por otro periodista de «gira folclórica».

La tercera intervención asombrosa (y eso que ha cerrado Aquí hay tomare) fue para preguntarle a Baldassari si Dora Maar fue amante de Picasso, algo que viene recogido en cualquier mínima biografía del pintor. «No creo que revele ningún secreto si digo que sí», replicó entre divertida y pasmada.