El escritor gallego Julián Ríos edita un libro de relatos escrito hace cuarenta años

Ana Mendoza

CULTURA

31 ene 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Julián Ríos es el autor de la innovadora y revolucionaria novela Larva , pero es también el de Cortejo de sombras , una serie de relatos de factura clásica, de gran belleza formal, que escribió hace cuarenta años y que ahora recupera para ofrecer «una radiografía de las sombras y luces» de la España de entonces. «En esos relatos estaban ya mis principales obsesiones», afirma Ríos (Vigo, 1941) sobre un nuevo libro que publica Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores, la editorial que va a sacar toda la obra de este autor de culto, «alquimista del verbo», como lo define Juan Goytisolo, y el más inventivo y creativo de la lengua española, según Carlos Fuentes.

Cuesta trabajo entender por qué Ríos ha tardado tantos años en rescatar estos relatos, de lenguaje preciso y de atmósfera desoladora, en los que el autor trata de «revivir y de recrear sin regionalismos» su particular Galicia, «el país de las maravillas de la niñez y de la adolescencia» y el país «oprimente» del que salió en 1969 para irse a vivir a Londres. Al año de llegar a Londres, se embarcó en esa gran empresa literaria que es Larva y Pondemonium , con la que Ríos quería «ensanchar el castellano y sacarlo de sus castillas para reflejar el mestizaje y el cosmopoliglotismo de la gran ciudad como resumen del mundo», explica en el prólogo de Cortejo de sombras .

Saudade de Galicia

Ríos no sintió tentaciones de cambiar los relatos porque «hubiera sido casi un atentado». Y aunque la palabra «Galicia» está ausente del libro, su ambición al escribirlo fue reflejar «una síntesis profunda de Galicia, sin caer en regionalismos», de la misma forma que Valle-Inclán «quiso explorar las síntesis de las Américas» en Tirano Banderas . Cortejo de sombras está lleno «de saudade» y su atmósfera «es muy galaica». Hay relatos estremecedores, como el de Palonzo , uno de los preferidos del autor, «quizá porque es donde hay mayor construcción lingüística», y hay otros, como Historia de Mortes , que es perfecto «para dar una idea del libro y de su atmósfera». Cansado de que lo encasillaran como un escritor experimental, Ríos espera que su nuevo libro sirva para hacer ver que es «un autor plural».