Las peripecias de un moderno Robinson.
25 ene 2008 . Actualizado a las 11:52 h.Tras graduarse en la Universidad Emory de Atlanta, con tan solo 24 años, Christopher McCandless opta por donar a Oxfam los 25.000 dólares de su beca para estudiar Derecho y renuncia a todas las comodidades de la vida moderna para emprender un apasionante viaje hacia el monte McKinley, en la lejana Alaska. Allí intentar vivir en perfecta comunión con la naturaleza, pero no lo tendrá fácil. Sin embargo, acabará convirtiéndose en un ejemplo y en un símbolo para mucha gente.
Plenamente identificado con la historia real de Christopher McCandless, Sean Penn enseguida mostró interés por el best-seller de Jon Krakauer para llevarlo al cine en condiciones de gran dificultad técnica, al rodarse en los lugares en donde transcurrió la peripecia de 113 días del joven McCandless. La propia Alaska, además de Oregón y Baja California, fueron los exteriores elegidos por Penn para recrear una novela que desde su aparición en 1998 se convirtió en obra de referencia para los amantes de la naturaleza. Penn, que no dirigía desde el 2001 (El juramento), tardó una década en conseguir los derechos, ya que la familia McCandless había recibido otras ofertas por el texto. Una vez logrados, Penn recorrió los mismos lugares y habló con personas que habían tratado con el protagonista. El resultado es Hacia rutas salvajes, película muy bien recibida por la crítica además de obtener varias nominaciones a los Globos de Oro y aspirar, entre otros, al Oscar al mejor secundario para el veterano Hal Holbrock en competencia con Javier Bardem.