«Seguir buscando el éxito es lo que me mantiene en marcha»

CULTURA

El Teatro Colón de A Coruña acogió un recital en el que el artista volvió a mostrar por qué es considerado una leyenda

19 ene 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

No es la primera vez que se pasa por Galicia y, asegura, no será la última. La delgada figura de Elliott Murphy volvió a demostrar en directo por qué es considerado una auténtica leyenda del rock americano, del que artistas de la talla de Bruce Springsteen, Lou Reed o Elvis Costello han manifestado públicamente ser fervientes admiradores. Aunque hace tiempo que dejó atrás el sambenito aquel de «el nuevo Bob Dylan» con el que fue presentado en sociedad hace ya 35 años, un halo de malditismo sigue, sin embargo, acompañando a este paradigma de la independencia que, junto a su inseparable guitarrista Olivier Durand, ofreció ayer un íntimo concierto en el Teatro Colón de A Coruña.

-Formato acústico y solo dos sobre el escenario. ¿Suficiente para hacer «rock and roll»?

-Adaptamos un poco el repertorio, pero como Olivier es quien mejor conoce mis canciones, nos permitimos mayores libertades e improvisaciones.

-En marzo publica su disco número 30. ¿Tiene ya título?

-Está totalmente terminado, grabado, mezclado y, por supuesto, con título: Notes from the Underground [Apuntes desde el subsuelo].

-Los herederos de Dostoievski van a exigirle derechos de autor.

-¡Espero que no! La verdad es que estaba leyendo los Apuntes del subsuelo cuando grabábamos el disco, así que está en cierto modo influenciado por ese libro. Una lectura o una idea puede marcar un álbum. Como en el anterior, Come Home Again, en el que estuve pensando insistentemente en Paul Nelson, el periodista que me hizo mi primera crítica, ya fallecido.

-Pues tiene un sonido que recuerda a sus primeras composiciones.

-No ha sido intencionado, pero es posible. Cada disco es como una familia, en la que cada canción es totalmente diferente en cuanto a su composición. Algunas las haces al mismo tiempo y después no pegan juntas en el disco, y otras compuestas en circunstancias que nada tienen que ver, pues congenian bien. Antes, con el formato vinilo, aun podías jugar algo colocando cada una en una cara...

-¿Es un defensor de los viejos elepés frente a los cedés?

-No soy ningún purista, de hecho la mayoría de la música que escucho actualmente me la bajo de iTunes. Aunque reconozco que aquellas carpetas grandes, el concepto mismo del elepé... tiene una fuerte carga sentimental. ¡Pero no tengo más sitio en casa donde meterlos!

-Hablando de su casa, ¿qué hace un neoyorquino viviendo en París?

-Si comparas ambas ciudades, París resulta pequeña, acogedora y tranquila. Un buen sitio donde dedicar mi tiempo a mi familia y a mi música. Es preciosa y enormemente poética.

-No suena muy roquero...

-Dejé mi vida salvaje en Nueva York. Es solo que a aquello de sexo, drogas y rock and roll le pegué dos cortes en los lados, tiré lo del medio e hice más grandes los dos términos restantes.

-Siempre ha llevado la independencia como bandera, en lo artístico y discográfico. ¿Puede haber afectado esto a su nivel de ventas?

-Eso es exactamente lo que solía decirme mi madre, que me pasaba de independiente y que no aceptaba que nadie me dijera lo que tenía que hacer. Respecto a las ventas, bueno, puede que sea una pena, pero me hace estar hambriento de música. Puede que seguir buscando el éxito sea lo que me mantiene en marcha.