China, indignada con los falsos guerreros de terracota

Efe

CULTURA

El país oriental estudia acciones legales contra el museo alemán de Hamburgo.

14 dic 2007 . Actualizado a las 18:33 h.

Las autoridades chinas de Cultura han anunciado que estudia acciones legales contra el Museo Etnográfico de Hamburgo (Alemania) tras el escándalo por una exposición de los famosos Guerreros de Terracota de Xian que ha resultado ser falsa, según informó hoy la prensa estatal china.

El portavoz del Buró de Patrimonio Cultural de Shaanxi (provincia en la que se encuentra el Ejército de Terracota), Chen Xianqi, aseguró que el suceso «es un grave fraude con implicaciones sobre los derechos de propiedad intelectual», y rechazó cualquier responsabilidad de las autoridades chinas en el escándalo.

Chen aseguró que el Museo del Ejército de Terracota no ha enviado ninguna de sus preciadas estatuas de guerreros a Alemania en los últimos meses (sí ha mandado estatuas genuinas, en cambio, al Reino Unido, donde varias de ellas se exponen en el Museo Británico hasta abril de 2008).

La exposición de Hamburgo, bajo el título «Poder en la Muerte», se inauguró el pasado 25 de noviembre y fue organizada por una empresa, el Centro de Arte y Cultura de China (CCAC), que aseguraba traer las estatuas en nombre del Museo de Xian e incluso presentó certificados de autenticidad.

La exposición, que se iba a prolongar hasta septiembre de 2008, fue clausurada ayer, jueves, día en el que el museo hamburgués cerró sus puertas y colocó en la entrada un cartel pidiendo disculpas por haber ofrecido «datos falsos».

Efe se puso en contacto con responsables del CCAC en China, quienes reconocieron que a veces envían copias a exposiciones al extranjero en lugar de originales, pero que cuando hacen esto, se lo comunican expresamente a las autoridades de los museos de destino.

En Alemania, una portavoz del CCAC, Yolna Grimm, aseguró que la empresa dijo claramente al museo que las esculturas de arcilla no eran originales, pero sí «auténticas» (argumentando que por «auténticas» quería decir que eran comparables a las verdaderas).

Las autoridades chinas se lamentaron hoy de que la exposición, de la que afirmaron no haber tenido noticia hasta ahora, se hizo «sin consultar al Buró».

El portavoz Chen afirmó que China tiene regulaciones muy estrictas a la hora de llevar sus preciados guerreros de terracota a exposiciones en el extranjero, y éstas deben ser aprobadas por el Ministerio de Cultura del Consejo de Estado.

En Alemania, por ejemplo, esculturas auténticas de Xian pasaron por Leipzig y Bonn el pasado año, con gran éxito de público en ambos casos, según el portavoz.

Las exposiciones verdaderas de guerreros de Xian tampoco han tenido buena fortuna en los últimos años: la que se celebró en 2004 en Barcelona (en el marco del Forum Universal de las Culturas) tuvo que cerrarse al público durante un tiempo porque el recinto donde se encontraba presentaba goteras.

Accidentado ha sido también el paso de los guerreros de ultratumba por Londres, ya que las estatuas fueron usadas por un ecologista para protestar por el cambio climático y la contaminación en China (irrumpió en la zona de la muestra y colocó mascarillas a varias de las esculturas).

El Museo Etnográfico de Hamburgo, que asegura haber sido víctima de un engaño, también considera iniciar acciones legales, y prometió devolver el dinero a los más de 10.000 visitantes que los falsos guerreros de terracota habían tenido en apenas tres semanas.

La construcción del Ejército de Terracota fue ordenada por el emperador Qin Shihuang, primer monarca de China que unió los diversos reinos de la región tras siglos de guerra y que gobernó ese imperio entre los años 221 y 210 AC.

Qin siguió la tradición de monarcas anteriores y ordenó crear en arcilla un ejército de soldados, músicos, concubinas, oficiales y escribas para que lo acompañara en la vida ultraterrena (aunque en siglos anteriores a su reinado, la costumbre era enterrar en vida a este tipo de personajes próximos a la corte).

Una pequeña parte de este ejército, formada por 6.000 soldados, caballos y oficiales, fue encontrada por casualidad en 1974 cerca de la ciudad de Xian y es visitada cada año por millones de turistas.

El resto del ejército y el emperador siguen enterrados, a la espera de que los arqueólogos chinos puedan alcanzar las tecnologías necesarias para garantizar la perfecta conservación de esas reliquias.