Les recordó que de las personas mayores siempre hay cosas que aprender y recordó que Blanco Amor, tras exiliarse en Argentina, siempre soñó con volver y lo hizo en 1965.
«Se despidió de mí en el centro gallego de Buenos Aires -añadió- y dijo que estaba especialmente contento porque volvía a Galicia para siempre, pero nunca tuvo una satisfacción total por ese retorno, ya que los escritores como él y la sociedad no fueron todo lo generosos que él merecía, y lo merecía todo por su trabajo anterior».