La Real Academia incorporará 17.000 modificaciones al Diccionario para culminar su modernización

Miguel Lorenci

CULTURA

31 oct 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

El «gran laboratorio» del idioma español está ya completamente renovado y en plena marcha. El Centro de Estudios de la Real Academia Española (RAE), la «sala de máquinas» en la que se pone a punto la lengua que comparten quinientos millones de seres humanos y cuya modernización era una necesidad perentoria para la centenaria institución que «limpia, fija y da esplendor» al español, es una realidad con nuevas instalaciones.

El mismo edificio acoge la Asociación de Academias de la Lengua Española y con su apertura se culmina un proceso modernizador iniciado hace medio siglo por la docta institución, que incorporará 17.000 modificaciones a la próxima edición de su Diccionario.

El centro fue inaugurado ayer por la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, junto a los titulares de los dos departamentos ministeriales que lo han hecho posible, Miguel Ángel Moratinos (Exteriores) y Mercedes Cabrera (Educación y Ciencia).

El director de la RAE, Víctor García de la Concha, y la junta rectora de la Academia agradecían a los tres miembros del Ejecutivo el esfuerzo político, logístico, y presupuestario realizado para hacer posible este centro de estudios de alta cualificación. Junto al Centro de Estudios de la RAE, el nuevo edificio será también la sede de la asociación que agrupa a las 22 academias de la lengua y de la que dependen la Escuela de Lexicografía Hispánica y el Diccionario académico de americanismos, la Fundación Rafael Lapesa, el Instituto de Lexicografía, el departamento de Español al día, el Banco de Datos del Español y los departamentos de informática y lingüística computacional.

Entre las misiones de estas instancias académicas está el desarrollo del Nuevo diccionario histórico, uno de los grandes retos de la RAE que, bajo dirección de José Antonio Pascual, exigirá el desarrollo de un vastísimo corpus (50 millones de registros procedentes de un conjunto de 800 obras y documentos), la digitalización del fichero del papel y el desarrollo de un mapa de diccionarios. Un diccionario que completará el abanico de posibilidades para el buen trato de la lengua española.