La Real Academia incorpora 17.000 modificaciones al diccionario y culmina su proceso de modernización.

Colpisa

CULTURA

Fernández de La Vega inauguró el Centro de Estudios de la RAE junto a los ministros Moratinos y Cabrera.

30 oct 2007 . Actualizado a las 19:15 h.

El «gran laboratorio» del idioma español está ya completamente renovado y a plena marcha. El Centro de Estudios de la Real Academia Española (RAE), la «sala de máquinas» en la que se pone a punto la lengua que compartimos quinientos millones de seres humanos y cuya modernización era una necesidad perentoria para la centenaria institución que «limpia, fija y da esplendor» al español, es una realidad con nuevas instalaciones.

El mismo edificio acoge la Asociación de Academias de la Lengua Española y con su apertura se culmina un proceso modernizador iniciado hace medio siglo por la docta institución, que incorporará 17.000 modificaciones a la próxima edición de su diccionario.

Lo inauguró este martes la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, junto a los titulares de los dos departamentos ministeriales que lo han hecho posible, Miguel Ángel Moratinos (Exteriores) y Mercedes Cabrera (Educación y Ciencia).

El director de la RAE, Víctor García de la Concha, y la junta rectora de la Academia agradecían con largueza a los tres miembros del Ejecutivo el esfuerzo político, logístico, y presupuestario realizado para hacer posible este Centro de Estudios de alta cualificación. Junto al Centro de Estudios de la RAE, el nuevo edificio será también la sede de la Asociación de Academias -que agrupa a las 22 academias y de la que dependen la escuela de Lexicografía hispánica y el Diccionario Académico de Americanismos- , la Fundación Rafael Lapesa, el Instituto de Lexicografía, el departamento de 'Español al día', el Banco de Datos del Español y los departamentos de Informática y Lingüística computacional.

Entre las misiones de estas instancias académicas, el desarrollo del Nuevo Diccionario Histórico, uno de los grandes retos de la RAE que, bajo dirección de José Antonio Pascual, exigirá el desarrollo de un vastísimo corpus -50 millones de registros procedentes de un conjunto de 800 obras y documentos-, la digitalización del fichero del papel y el desarrollo de un mapa de diccionarios.