Una exposición en Viena estudia la muerte como material artístico

Efe

CULTURA

Una exposición trata los diversos aspectos del fallecimiento, del duelo y de la conmemoración de los difuntos a través de obras de arte históricas

30 oct 2007 . Actualizado a las 20:03 h.

El «ataúd asiento», inspirado en un óleo del pintor surrealista René Magritte, o el ataúd «Cocoon», que se parece a un huevo rojo, figuran entre las curiosidades que presenta una exposición en Viena con motivo del centenario de la funeraria municipal y del Día de los Difuntos.

La muestra, que permanecerá abierta hasta el 6 de enero en el «Künstlerhaus» y se ha organizado en colaboración con el Museo Funerario de Viena, aborda un tema clásico: la fugacidad del tiempo.

También trata de diversos aspectos del fallecimiento, del duelo y de la conmemoración de los difuntos a través de obras de arte históricas de colecciones públicas y privadas al igual que trabajos contemporáneos, de los que algunos han sido producidos exclusivamente para esta ocasión.

«Exitus.Tod alltäglich» (Exitus. La muerte cotidiana) pretende establecer una relación entre el fin de la vida humana como tópico universal y el hecho inevitable de la muerte como reverso de la vida, la cultura de los cortejos fúnebres y los entierros, así como su expresión en el arte.

La combinación entre las variedades del servicio de exequias, la cultura funeraria y el culto a los muertos, así como la reflexión histórica y contemporánea, redundan en una «ruta de la muerte» interdisciplinaria.

Sus etapas son la calavera y el esqueleto, la anatomía y los restos mortales, lugares de la muerte, vehículos, ataúdes y urnas como «medios de transporte hacia el otro mundo», «después de la muerte», memoria y escenificación de la muerte.

El visitante llega a conocer algunas tendencias para el futuro, como la posibilidad de encargar unas «exequias de diamante», para las que se elabora una piedra preciosa con las cenizas del difunto, o el «ángel telefónico», un teléfono móvil que se entierra con el fallecido para la «comunicación directa hacia el otro mundo».

Los objetos de uso práctico, como los sarcófagos de lujo, los coches funerarios de exequias pasadas a la historia y urnas de diseño se ven junto a los elementos relacionados con acontecimientos memorables y las costumbres que se practicaban en determinadas épocas.

Así, por ejemplo, quedan documentados el sepelio para la última emperatriz de Austria, Zita, en 1989, la estrella de música pop Falco en 1998 y el «ataúd de ahorro», de uso múltiple, que ordenó emplear el emperador José II a finales del siglo XVIII.

Los sarcófagos revestidos de felpa, al estilo de Hollywood, rezuman un pompa que parece prometer belleza hasta en la eternidad.

Además se muestran pinturas de naturalezas muertas bajo el lema de la «vanidad» de las cosas mundanas, «Body Art» (pinturas en la piel, tatuajes y «piercing») o la tanatopraxis (técnicas de conservación de los cadáveres).

La calavera se presenta como elemento de una colección de arte o como objeto de decoración de una discoteca, también se aborda la muerte como tema del filme experimental o la instalación de vídeo.

Otras secciones de la muestra se dedican a la marcha fúnebre y a la música gótica, la fotografía «post mortem» y la representación del cadáver en el arte contemporáneo, en relación con el crimen, el accidente o la guerra.

Entre los renombrados artistas cuyas obras forman parte de la curiosa exposición destacan nombres como Adolf Frohner, Alfred Hrdlicka, Hermann Nitsch, Arnulf Rainer, Andy Warhol y Fritz Wotruba.

Paralelamente, una exposición titulada «Viva la Muerte», en la Kunsthalle de Viena, se dedica en particular al fenómeno de la muerte en las sociedades hispánicas reuniendo las obras de artistas como los españoles Santiago Sierra y Cristina García-Rodero o el brasileño Cildo Meireles, el colombiano Juan Manuel Echavarría y la mexicana Teresa Margolles.

Como señaló el director de la funeraria municipal de Viena, Christian Fertinger, las ceremonias fúnebres y el arte no distan mucho entre sí, por ello el Municipio procura equipar adecuadamente las salas donde se velan los difuntos en los cementerios de Viena.

Con motivo del «Día de los Muertos» mexicano y en el marco de unas «Jornadas con morbo», entre el 31 de octubre y el 4 de noviembre, actuarán en el recinto de la exposición el grupo de baile mexicano «ALUX».